El beato venezolano José Gregorio Hernández, conocido como “el médico de los pobres”, será declarado santo por el Vaticano, un hito para la Iglesia católica en Venezuela y América Latina.
La decisión fue tomada por el papa Francisco este martes 25 de febrero de 2025, tras la audiencia que el pontífice sostuvo en el Hospital Policlínico Gemelli, donde se encuentra hospitalizado desde hace más de una semana.
Confirmando que el papa puede trabajar y que su salud parece mejorar, el sumo pontífice aprobó los votos favorables de los cardenales y obispos del Dicasterio para las Causas de los Santos, que avalaron la canonización del beato que se convertirá en el primer santo de Venezuela.
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“El pueblo venezolano desde hace años aguardaba con fe esta noticia”, anunció el Vaticano.
Junto con él, también se confirmó la canonización del beato Bartolo Longo, laico italiano y fundador del Santuario de Pompeya.
José Gregorio Hernández, nacido en 1864 en el estado Trujillo, dedicó su vida al ejercicio de la medicina y se unió a la Tercera Orden Regular de San Francisco, con la misión de ayudar a los más necesitados.
En su búsqueda de una vida religiosa más profunda, intentó ingresar en la Cartuja de Farneta, en Italia, pero problemas de salud le impidieron continuar en el monasterio.
También tuvo intenciones de convertirse en sacerdote en el Colegio Pío Latino Americano de Roma; sin embargo, el beato tuvo una pleuresía y un principio de tuberculosis, por lo que decidió volver a su país natal.
De regreso a Venezuela, Hernández se enfocó plenamente en la medicina y en el bienestar de los más desfavorecidos.
Su fallecimiento ocurrió el 29 de junio de 1919 en Caracas, a sus 54 años, cuando fue atropellado al salir de una farmacia donde había comprado medicamentos para un paciente anciano.