Noruega anunció este martes que eligió a la pequeña ciudad de Bodø, al norte del círculo polar ártico, para albergar un centro de control de operaciones aéreas de la OTAN de forma permanente.
El anuncio del gobierno noruego se produce en un momento en que la vecina Rusia intenta afirmar su poder en el Ártico, modernizando viejas bases y estableciendo otras nuevas.
Durante una reunión ministerial celebrada en febrero, los países de la OTAN acordaron establecer el tercer Centro de Operaciones Aéreas Combinadas europeo de la alianza en Noruega, dejando que sea Oslo quien decida su ubicación exacta.
La elección estaba entre Bodø, que ya alberga el cuartel general conjunto noruego, y Rygge, en el sureste del país.
“Queremos que la OTAN tenga un punto de apoyo en el Norte”, declaró el primer ministro noruego, Jonas Gahr Store, a la cadena TV2.
Aún no se ha anunciado ninguna fecha para la inauguración del centro de mando, que se encargará de coordinar la vigilancia aérea, así como de planificar y ejecutar las operaciones aéreas militares de la OTAN en la región.
La alianza militar ya cuenta con dos centros de mando de este tipo en Europa, uno en Alemania y otro en España.
La construcción de la nueva base en Noruega aumenta la tensión militar con Rusia, que en varias oportunidades se ha quejado de la expansión militar de la OTAN, que amenaza su seguridad; y viceversa, el organismo multilateral ha dicho que la expansión imperialista rusa es una amenaza a su soberanía.
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