La ONU se queda sin fondos para operar a plenitud en Yemen

La distribución de alimentos es uno de los servicios humanitarios suspendidos. FOTO Cortesía ONU

Las agencias de la Organización de las Naciones Unidas se han visto forzadas a reducir o suspender 15 de sus 41 principales programas de asistencia en el Yemen en los pasados cinco meses debido a la falta de fondos, acarreando graves consecuencias en un país que sufre la peor crisis humanitaria del planeta, según la ONU.

La coordinadora humanitaria de ese organismo multilateral para el Yemen, Lise Grande, lamentó este miércoles en un comunicado que otros 30 programas serán limitados o cerrados en las próximas semanas, “a menos que más fondos sean recibidos” para financiarlos.

“Esta es la peor crisis humanitaria del mundo y aún así no tenemos los recursos que necesitamos para salvar a las personas que están sufriendo y que morirán si no las ayudamos”, denunció Grande.

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“Las consecuencias de la falta de fondos son inmediatas, enormes y devastadoras”, agregó.

En la nota, detalló que entre abril y agosto de 2020 las agencias de Naciones Unidas se han visto obligadas a reducir la distribución de alimentos, cortar los servicios sanitarios en más de 300 instalaciones del país árabe y parar la asistencia especializada a miles de mujeres y chicas traumatizadas o muy vulnerables.

“Los donantes han sido increíblemente generosos durante la guerra, ofreciendo miles de millones de dólares para apoyar a las personas que no tienen adónde ir ni a nadie a quién acudir”, reconoció Grande.

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Sin embargo, “este año nos estamos quedando cortos, muy cortos”, afirmó, especificando que la ONU ha recibido sólo 1.000 millones de dólares de los 3.200 millones que requiere para desarrollar sus operaciones humanitarias en el Yemen.

Cerca del 80 % de la población del país árabe, esto es, más de 24 millones de habitantes, necesitan algún tipo de asistencia humanitaria o protección, después de más de cinco años de guerra.

El conflicto armado en el Yemen dificulta la llegada de alimentos y bienes básicos al país, las infraestructuras están devastadas y muchos yemeníes están desplazados o viven en zonas de conflicto, cercados o sin acceso a agua potable ni asistencia sanitaria.