Así como los israelíes celebran cada 14 de mayo su día de la independencia, el día siguiente, ayer hace 70 años exactamente, los palestinos conmemoran la Nakba o el “día de la catástrofe”, pues la creación del estado de Israel supone la ocupación de sus territorios ancestrales, lo que marcó el inicio de la guerra árabe-israelí que duró un año y dos meses.
Este septuagésimo aniversario llegó acompañado de violencia, pues a las protestas en la Franja de Gaza por la inauguración de la embajada de Estados Unidos en Jerusalén, una ciudad disputada por ambas naciones, fueron contestadas por el ejército de Israel con una fuerza que dejó 58 muertos y más de mil heridos, y fue justificada por este estado como un ejercicio de defensa del territorio.
Sin embargo, desde la comunidad internacional se desató una ola de condenas y llamados a una investigación independiente después del baño de sangre.
Al margen de Estados Unidos, quien respaldó el uso de la fuerza de Israel -incluso la definió como moderada-, desde Europa, el Reino Unido, Alemania, Bélgica y Suiza apoyaron la idea de que se realicen investigaciones, propuesta por el secretario general de la ONU Antonio Guterres desde finales de marzo.
Otros países, como Turquía, Sudáfrica e Irlanda, fueron más allá y llamaron a consultas a sus embajadores en Israel.
Más cautos fueron China y Francia, que se limitaron a criticar la desproporcionalidad en la fuerza de la respuesta de la nación judía, pues las protestas con piedras fueron resueltas con fuerza letal.
Después de todo, la proporcionalidad es un principio básico del Derecho Internacional Humanitario.
Walter Arévalo, magister en derecho internacional, explicó que es difícil que llegue algún tipo de sanción para Israel, “porque no están activas una gran cantidad de jurisdicciones sobre ese caso. No hay una investigación directa o causa nacional ante una competencia internacional. Las consecuencias serían más políticas y críticas públicas a Israel, como se viene dando”.
Recalcó que aunque es indiscutible que se violó el principio de proporcionalidad, cualquier caso se complica cuando se tiene en cuenta que la manifestación en Gaza se enmarca en la “marcha del retorno”, una serie de protestas impulsadas por Hamas, un grupo reconocido como terrorista.
Desde el lado israelí han defendido que “la movilización ha sido impulsada por Hamas para tratar de romper las fronteras, y es de ellos la responsabilidad”, explicó Marcos Peckel, director Comunidad Judía de Colombia.
Y de cualquier manera, “guste o no la decisión de Trump, la locación de la embajada sigue siendo una decisión soberana de cada país”, concluyó Arévalo.