Tras el polémico indulto a su hijo Hunter, por los cargos de porte ilegal de armas, Joe Biden, quien finaliza su último año de mandato, realizó otro indulto, pero esta vez en mayor escala.
39 personas que se encontraban sentenciadas fueron indultadas por el presidente y otras 1.500 recibieron una conmutación de sus penas, lo que significa que recibieron condenas menores o modificación en su sentencia. El hecho se convierte en el acto de “benevolencia” más grande de este tipo realizado en la historia del país.
“Estados Unidos se construyó sobre la promesa de posibilidades y segundas oportunidades”, dijo Biden en un comunicado, asegurando que los casos buscan fomentar el orden social y la fe en el Estado.
El presidente aseguró que con la decisión no se pone en riesgo la seguridad de los estadounidenses. Según el comunicado, las personas beneficiadas por la conmutación de sus penas o indultos estaban cumpliendo condenas bajo prisión domiciliaria por al menos un año.
Aunque el caso puede leerse como un hecho que podría opacar el indulto a su hijo, Biden explicó que había razones suficientes para dar tal beneficio a los ciudadanos.
Entre los 39 indultos, se dio a conocer el caso de un veterano de guerra que en su momento fue condecorado y que se encontraba bajo reclusión domiciliaria por un delito menor y este actualmente dedica sus días a ayudar a su comunidad religiosa.
También se conoció el caso de una enfermera, que desde su casa atendía llamadas de emergencias primarias de su comunidad para indicarles cómo proceder ante ciertas situaciones de salud.
El presidente Biden argumentó que estas personas no solo pagaron su deuda con la justicia, sino que también contribuyeron a sus comunidades y a la sociedad. “Se comprometieron a hacer que su comunidad sea más fuerte y más segura”, y agregó que ese es el fin de la privación de la libertad.
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La decisión ha causado polémica en el país y más polarización. Por un lado, grupos de derechos civiles celebraron la decisión de Biden. El congresista demócrata Dick Durbin incluso instó al mandatario a “seguir utilizando su poder de indulto hasta el final de su mandato para corregir errores judiciales”.
Mientras tanto, los críticos no dejan de lado el indulto a su hijo Hunter Biden, hecho que consideran ventajoso. Por lo que señalan esto como una cortina de humo y un golpe a la justicia del país.
El poder del indulto parcial o total, la conmutación o excarcelación de penas por parte del presidente, ha sido un tema que siempre ha generado polémica en la historia de Estados Unidos.
Si bien Biden marca un récord al hacer la mayor cantidad de conmutaciones, este no es el primero en usarlo en casos que favorezcan a sus familias. En 2020, Donald Trump, indultó al padre de su yerno y asesor, Charles Kushner, quien cumplía dos años de prisión por delitos fiscales. Y en 2001, el expresidente Bill Clinton indultó a su hermanastro Roger Clinton, condenado por posesión de cocaína.
La decisión de Biden de usar este indulto a mayor escala, se explica, según los expertos, en una intención por continuar su línea de Gobierno que buscaba introducir la justicia restaurativa al país y plantear una reforma al sistema carcelario y penal. En donde el partido demócrata ha señalado que, especialmente los delitos menores no violentos, deberían pagarse de formas alternas a la privación de la libertad.