El presidente finlandés, Sauli Niinistö, informó este sábado por teléfono a su homólogo ruso, Vladímir Putin, que Finlandia tiene intención de solicitar el ingreso en la OTAN en los próximos días, según un comunicado de la Oficina de Presidencia.
De acuerdo a la nota, Niinistö explicó a Putin que las demandas rusas para evitar la ampliación de la OTAN de finales de 2021 y la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022 han alterado de modo fundamental el entorno de seguridad de Finlandia.
Niinistö señaló que la conversación telefónica con su homólogo ruso fue “directa y clara y se llevó a cabo sin tensiones”.
El presidente finlandés le recordó a Putin que ya en la primera reunión bilateral que mantuvieron en 2012 le dijo que cada nación independiente intenta maximizar su propia seguridad y le insistió en que eso es lo que Finlandia está haciendo ahora.
“Al unirse a la OTAN, Finlandia fortalecerá su propia seguridad y asumirá sus responsabilidades. No es en perjuicio de nadie. Finlandia quiere seguir abordando los problemas prácticos generados por la vecindad fronteriza de manera correcta y profesional”, señaló el comunicado.
Al mismo tiempo, el presidente Niinistö reiteró a Putin su “profunda preocupación” por el sufrimiento humano causado por la guerra de Rusia en Ucrania y resaltó la necesidad de alcanzar la paz.
También le transmitió el mensaje que le hizo llegar a principios de esa semana el presidente ucraniano, Volodimir Zelesnki, para intentar que se garantice la seguridad en la evacuación de civiles en las zonas de combate.
Las relaciones entre Finlandia y Rusia son cada vez más tensas por la intención del país nórdico de pedir su ingreso en la OTAN y las reiteradas amenazas del Kremlin para evitarlo.
Sobre la citada conversación, el Kremlin también emitió un comunicado, que dice: “Putin subrayó que la renuncia a la tradicional política de neutralidad militar sería errónea, ya que no existe ninguna amenaza para la seguridad de Finlandia”.
Destacó que dicho cambio en la política exterior de Helsinki “puede influir negativamente en las relaciones ruso-finlandesas, que durante muchos años se caracterizaron por un espíritu de buena vecindad y cooperación entre socios, y tuvieron un cariz mutuamente beneficioso”.
Antes de iniciar el 24 de febrero la “operación militar especial” en Ucrania, Putin había demandado a la OTAN poner fin a su ampliación al este de Europa y retirar la infraestructura militar de los países que ingresaron en el bloque después de 1997.
El Kremlin subrayó hoy que la conversación había sido “franca” y se había centrado en los planes de Finlandia de solicitar el ingreso en la OTAN, adhesión que podría formalizarse en la cumbre aliada de junio en Madrid, y en la situación en Ucrania.
“En particular, Putin compartió su visión del proceso negociador entre las delegaciones rusa y ucraniana, que ha sido prácticamente congelado por Kiev, que no muestra interés en un diálogo serio y constructivo”, señala la nota oficial.
No por esperada, la decisión de Finlandia de ingresar en la Alianza Atlántica ha dejado de sentar como un jarro de agua fría a Rusia, que ha amenazado a Helsinki ya con medidas “técnico-militares”.