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Luego de la explosión que sucedió en la localidad de Guayaquil, en Ecuador, perpetuado por bandas criminales, diez personas (dos de ellas en estado crítico) continúan hospitalizadas, según informó este lunes 15 de agosto el ministro del Interior, Patricio Carrillo.
El ministro indicó que los cinco cadáveres fueron ya entregados a los familiares tras los protocolos de autopsia y destacó “que ninguno de ellos perdió la vida por impacto de arma de fuego, (sino) todos producto de la onda expansiva, por la potencia de los elementos utilizados para este ataque, este acto terrorista”.
Asimismo, Carrillo señaló que de los 17 heridos, 7 ya fueron dados de alta, y que trabajan con la Fiscalía para avanzar en las indagaciones.
Carrillo informó que en el atentado se usaron explosivos de fabricación casera elaborados con base en sustancias químicas y descartó la utilización de granadas o dispositivos de uso policial o militar, como se había rumoreado en redes sociales.
“Lo que más nos preocupa es la capacidad que están teniendo para construir estos elementos de manera casera. Estos son aficionados que han aprendido desde las ciencias, desde la química. Lo que se utilizan son elementos caseros, entre esos acetona”, expresó Carrillo.
La potente explosión
El explosivo colocado en la calzada junto a una vivienda del barrio Cristo del Consuelo generó un orificio de 1,6 metros de diámetro, de 36 a 40 centímetros de profundidad y cuya onda expansiva llegó a entre 60 y 70 metros.
La deflagración mató a dos mujeres y un hombre en el sitio del siniestro, mientras que otras dos personas fallecieron en los hospitales a los que fueron llevados por los servicios de asistencia.
Las autoridades presumen que el atentado estaba dirigido contra un sujeto conocido con el alias de “Cucaracha”, así como contra otro conocido como “Junior”, que al parecer tienen relación con la denominada banda “Tiguerones”, vinculada al microtráfico de drogas y a las masacres perpetradas durante los últimos dos años en varias cárceles ecuatorianas.
Carrillo explicó que este suceso se suma a otros 58 eventos de “terrorismo menor” registrados en Guayaquil, capital de la costera provincia del Guayas, situada en el suroeste de Ecuador. Esto provocó que el presidente Guillermo Lasso declarara la región de Guayaquil en un estado de excepción.
El estado de excepción en Guayaquil
El Gobierno de Ecuador declaró el domingo un estado de excepción en Guayaquil, y el presidente Guillermo Lasso indicó que, además, ha dispuesto que se utilice toda la fuerza pública necesaria para mantener el control y la seguridad en la ciudad.
“No permitiremos que el crimen organizado pretenda manejar al país”, dijo el gobernante.
En el marco de esa declaratoria, Carillo indicó que el domingo se realizaron once allanamientos y se detuvo a cinco personas.
“Estos cinco aprehendidos fueron encontrados con arma de fuego, con mucho de los elementos que se podrían utilizar para estos actos de terrorismo, se encontró dinamita, armas, algunos otros indicios, como drogas”, detalló el ministro.