<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Minoría chií, el blanco de los ataques en Afganistán

Nuevamente los fieles de esta rama del islam fueron atacados en su día dedicado a la oración. El atentado deja, hasta ahora, 41 muertos.

  • La imagen de una mezquita destruida por la onda explosiva de un ataque suicida volvió a repetirse esta semana en Afganistán. El blanco de ayer fue un lugar de culto en Kandahar. FOTO Getty
    La imagen de una mezquita destruida por la onda explosiva de un ataque suicida volvió a repetirse esta semana en Afganistán. El blanco de ayer fue un lugar de culto en Kandahar. FOTO Getty
16 de octubre de 2021
bookmark

Un nuevo atentado suicida estremeció Afganistán durante las oraciones del viernes en una mezquita de la minoría chií. El ataque dejó hasta el primer censo, 41 muertos y 75 heridos, en lo que parece una nueva incursión del grupo yihadista Estado Islámico (EI) que, con una acción similar en otro templo hace una semana, causó la muerte de 80 personas.

Según testigos, varias explosiones sacudieron la mezquita de Fatemieh, en el centro de Kandahar, la segunda ciudad del país, durante la oración del mediodía del viernes, el día de descanso de la semana para los musulmanes en el que muchas personas se congregan para rezar.

“Nos estábamos preparando para la oración cuando oímos disparos. Dos personas entraron en la mezquita y dispararon a los guardias, que abrieron fuego. Uno de ellos se hizo estallar. Después de él, se hicieron estallar otros dos”, relató Sayed Rohullah, un guardia de seguridad de la mezquita.

El ataque tuvo lugar una semana después de otro similar contra fieles en la ciudad de Kunduz, que fue reivindicado por el Estado Islámico (EI).

El atentado de ayer en Kandahar, un territorio histórico de los talibanes, no ha sido reivindicado; sin embargo, las autoridades talibanes apuntan a las células locales del grupo yihadista denominadas EI-K (Estado Islámico del Khorasan), como los autores.

El nuevo gobierno afgano lanzó hace unas semanas una operación especial contra el EI-K en varias provincias del país, sobre todo en Kabul y Nangarhar, para acabar con el que se ha convertido en la principal amenaza del nuevo Gobierno islamista.

Maulvi Mehmood, jefe de la policía talibán en Kandahar, condenó “enérgicamente” el atentado y aseguró que los servicios de seguridad están “trabajando para encontrar a los implicados y castigarlos”.

Según él, la seguridad de la comunidad chiita estaba hasta ahora garantizada por la propia comunidad. Pero “en el futuro, tenemos la intención de responsabilizarnos de todos estos lugares de culto asignándoles guardias”, dijo.

La ola de atentados perpetrados por el Estado Islámico del Khorasan. en Afganistán, han apuntado en las últimas semanas a la minoría chiita, que es perseguida en un país mayoritariamente suní.

Los fieles que profesan esa rama del islam pertenecen a la etnia Hazara, la cual representa entre el 10 % y 20 % de la población del país (unos 40 millones de habitantes). Además de ser perseguidos por los yihadistas –que los consideran herejes–, también son blanco de los talibanes.

Al igual que la semana pasada, la misión de la ONU en Afganistán (Unama) lamentó que los actos de "terrorismo continúan (tras) un ataque suicida en la mezquita chií más grande de Kandahar durante las oraciones del viernes".

"La ONU condena esta última atrocidad dirigida contra una institución religiosa y sus fieles. Los responsables deben rendir cuentas", aseguró la misión a través de sus cuentas en redes sociales.

Asimismo, Amnistía Internacional subrayó que se trata de "otro ejemplo del aumento de los ataques contra civiles en Afganistán en las últimas semanas. Las autoridades deben garantizar que los civiles estén protegidos"

Ciudad atacada es bastión de los talibanes

El empleo que busca está a un clic

Te puede interesar

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD