Se publicó el último lote de documentos clasificados sobre el asesinato del expresidente, luego de que miles permanecieran bajo secreto a pedido de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Los Archivos Nacionales de Estados Unidos publicaron este martes por orden de Donald Trump el último lote de documentos clasificados sobre el asesinato del presidente John F. Kennedy en 1963, un caso que sigue alimentando teorías conspirativas más de 60 años después de su muerte.
Pocos días después de regresar a la Casa Blanca en enero, Trump emitió una orden ejecutiva que dispone la publicación sin censura de los archivos relacionados con los asesinatos de Kennedy, su hermano Robert F. Kennedy y del líder de derechos civiles Martin Luther King Jr.
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“De acuerdo con la directiva del presidente Donald Trump (...) todos los archivos que previamente se retenían como clasificados y que son parte de la colección del asesinato del expresidente John F. Kennedy quedan publicados”, dijo la Administración Nacional de Archivos y Registros en un comunicado en su sitio web el martes.
La institución ha publicado en las pasadas décadas millones de páginas de registros sobre el homicidio del entonces presidente Kennedy en noviembre de 1963, pero miles de documentos permanecían bajo secreto a pedido de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y de la policía federal (FBI), por razones de seguridad nacional.
Uno de los datos más relevantes trata sobre la supuesta “pequeña camarilla dentro de la CIA” involucrada, así como la aparente investigación de Nikonov, un agente del Comité para la Seguridad del Estado, conocido por sus siglas KGB (en ruso Komitet gosudárstvennoj bezopásnosti), que buscaba determinar si Lee Harvey Oswald, el asesino del expresidente Kennedy, también pertenecía a esta temida agencia de seguridad e inteligencia de la Unión Soviética.
Oswald, quien estuvo en el Cuerpo de Marines de Estados Unidos el 24 de octubre de 1956, adquirió una gran habilidad en actividades de radar y como francotirador, lo que podría explicar el certero disparo en la cabeza a JFK. También es de conocimiento que este exmarine viajó a la Unión Soviética en octubre de 1959 para nacionalizarse tras ser atraído por las doctrinas del marxismo, pero las autoridades rusas rechazaron su petición.
Otro de los puntos importantes trata sobre John Garrett Underhill Jr., también conocido como Gary Underhill, un exoficial de inteligencia del ejército estadounidense que habría huido “muy agitado” el día después del asesinato del expresidente demócrata. Se dice que él escapó de Washington D. C. y que supuestamente conocía sobre la “pequeña camarilla” en la CIA, pues Jim Garrison, el fiscal de distrito de Luisiana que dirigió la investigación sobre el asesinato de Kennedy, dijo en una entrevista con la revista Playboy que Underhill conocía sobre esa “camarilla”.
Sin embargo, poco antes de que Garrison se reuniera con Underhill para conocer más sobre el homicidio al presidente, el exoficial fue encontrado muerto el 8 de mayo de 1964 en su cama con una herida de bala detrás de la oreja izquierda. El forense dictaminó un suicidio, pero todavía se habla de un homicidio porque Asher Brynes, el amigo de la víctima y compañero de escritura, dijo que “Underhill era diestro”.
Finalmente, afirmaron que la muerte de Kennedy fue un plan de los involucrados en la CIA, ya que el presidente demócrata sabía sobre sus asuntos, pero fue asesinado antes de denunciarlos.
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