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Josef Schutz, excabo primero de la división ‘Totenkopf’ (traduce cabeza de muerto) de los extintos grupos nazis de Alemania, se convirtió en la persona de mayor edad en ser juzgada penalmente por su participación en la estela de muerte que dejaron por toda Europa los Schutzstaffel (SS) que dirigió Adolf Hitler.
De acuerdo con el expediente judicial, este exoficial está acusado de como cómplice de la muerte de 3.518 prisioneros de un campo de concentración, que se ubicó en Sachsenhausen, cerca de Berlín.
Los hechos por los que se le acusan se registraron entre 1942 y 1945, e incluyen fusilamientos y asesinatos en cámaras de gas.
Dicho campo de concentración, al que Schutz, llegó con 21 años de edad, operó entre 1936 –cuando fue abierto– hasta 1945, año en que las tropas soviéticas entraron a territorio alemán y lo desmantelaron.
Entre las víctimas, según los reportes de la prensa alemana, hubo judíos, homosexuales y ciudadanos extranjeros contrarios al régimen sangriento de Hitler.
El excabo “no está acusado de disparar contra alguien en particular, sino de haber contribuido a estos actos por su trabajo de guardia y de haber estado al tanto de que estos asesinatos ocurrían en los campos”, aseguró Iris le Claire, portavoz de la fiscalía de Neuruppin,
También aclaró que la pena que se le impondría este excabo, que no superaría los tres o cuatros años de prisión, sería de ejecución simbólica, ya que por la avanzada edad del acusado –acaba de cumplir los 100 años– no puede purgar una pena intramural.
El juicio comenzó este jueves en Brandenburg an der Havel, al este de Alemania, en presencia del acusado, que necesita un andador para caminar. El anciano escondió su rostro de la prensa con ayuda de una carpeta azul.
Su abogado, Stefan Waterkamp, explicó que su cliente “no se expresará” sobre los hechos que se le imputan.