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Mientras continúan las labores de rescate tras el naufragio de una embarcación en las costas de Crotone, en Italia, a la playa siguen arribando juguetes, coches, biberones, ropa pequeña de color rosado, zapaticos y triciclos. Los supervivientes explicaron que hace cuatro días partieron de las costas turcas y abordaron unos 200 migrantes procedentes de Irak, Irán, Afganistán y Siria. Además, aseguraron que “los contrabandistas se asustaron cuando a 500 metros de la orilla vieron luces. Pensaron que era la policía y decidieron aumentar la velocidad, pero debían aligerar el peso a bordo, así que arrojaron al menos veinte personas por la borda”. Luego naufragaron.
Una de las historias que más ha conmovido a los socorristas ha sido la de un menor de 12 años que perdió a toda su familia: padres, cuatro hermanos y tres parientes más murieron ahogados en el mar. Él fue el único sobreviviente. Estas son otras historias de migrantes que se salvaron.
“Volvimos a encontrarnos en el mar”
Un mujer paquistaní de 21 años no quiere abandonar la playa porque su esposo yace entre sábanas blancas en medio de la arena. Junto a él reposan el resto de los ahogados que van sacando los socorristas del mar. Aunque el viento no deja de azotar el lugar, ella permanece inmóvil envuelta en una manta térmica y encima una de tela más gruesa para recuperar el calor que perdió cuando la embarcación se partió y ella cayó al agua junto a su esposo. Dos enfermeras de la Cruz Roja le sirven de apoyo cuando ella siente desfallecer y el aliento solo le alcanza para gritar en un inglés imperfecto “mi esposo”. Para calmarla, le dan pequeños sorbos de té caliente y entonces empieza a recordar los últimos momentos junto a él: “Oímos un ruido fuerte. El barco se partió por la mitad, tal vez al pasar encima de unas rocas: yo abrazaba a mi marido, volvimos a encontrarnos en el mar, pero nunca volví a verle”.
“¿Chalecos salvavidas? Nosotros no teníamos”
Una joven, que no quiere dar su nombre, relata entre sollozos su corta historia de amor. Se había casado con un joven en Punjab, India, tenían el sueño de comenzar un nuevo destino juntos. Recuerda que no tenían más que botellas de agua y algunos alimentos para aguantar el viaje, eso era lo que llenaba la mochila, además de la ilusión de una vida mejor. Pero la joven cargaba consigo un presentimiento, pues “teníamos miedo. Yo siempre permanecía cerca de mi marido y rezaba”. Tuvieron oportunidad de salvarse, pero los chalecos salvavidas no eran suficientes para lo más de 100 migrantes en la embarcación. “¿Chalecos salvavidas? Se los daban a muy pocos, nosotros no teníamos”, comentó.
“Ella me envió mensajes de Whatsapp, luego murió”
A la playa que se inunda entre pedazos de madera, juguetes y desesperanza han comenzado a llegar algunos familiares de las víctimas. Un hombre afgano de casi 40 años viajó desde Alemania y buscó a los rescatadores para preguntar por su esposa que venía en la embarcación. Habló con ellos en un italiano perfecto, les contó que habían estado intercambiando mensajes durante el viaje, pero en un momento dejó de recibirlos: “He venido de Alemania para esperar a mi mujer. Aquí están los mensajes de whatsapp que ella me envió a las cuatro. Luego murió”.
“No tengo valor para llamar y contar lo que ha sucedido”
Algunos sobrevivientes que reposan en los hospitales cercanos han compartido sus historias. Una de las más estremecedoras es la de un joven de 16 años que se embarcó con su hermana de 28 años, pero cuando cayeron al mar, él no pudo ayudarla a salir a flote. Ahora carga con la culpa de la muerte de ella, explicaron los psicólogos. “No tengo valor para llamar a mis padres y contarles lo que ha pasado. Quizá lo haga mañana si tengo fuerzas”, dijo el menor.
“10 mil euros por embarcarse”
Según medios locales, una mujer llamada Alef y su esposo tuvieron que pagar 2.500 euros antes de embarcarse y luego otros 2.500 cuando ya estaban dentro cada uno. Algunas personas tuvieron que pagar hasta 8.000 euros individualmente. Las autoridades italianas explicaron que los criminales hacen negocios millonarios con personas desesperadas que buscan huir a mejor vida en Europa. Hasta el momento, han capturado a dos presuntos traficantes involucrados en el siniestro.