El río Magdalena está tan seco que en algunas localidades como La Dorada, en Caldas, ya parece una quebrada.
La situación no solo pone en riesgo el abastecimiento de acueductos como los de las poblaciones de Suan, Palmar de Varela y Santo Tomás, en el Atlántico; y San Jacinto, en Bolívar, sino que afecta el transporte por la principal arteria fluvial del país y puso a pensar a los pescadores.
Juan Gonzalo Botero, director ejecutivo de Cormagdalena, indicó que desde 1996 no había niveles tan bajos. Hay sectores críticos como el tramo Canal del Dique- Calamar, donde la altura es de 3 metros. Esta misma altura se presenta en Barrancabermeja.
La semana pasada, se quedaron anclados varios ferrys (remolcadores) a la altura del municipio de Pinillos, en Bolívar. Por esta razón se trabaja en labores de dragado en distintos tramos del río (entre ellos la zona de Puerto Berrío), para las cuales se han destinado cerca de 3.5000 millones de pesos.
En La Dorada, Caldas, los pescadores están alarmados porque creen que la baja en el nivel del río puede hacer que la subienda que debía comenzar en enero, no se dé.
Hugo Alberto Castrillón, oriundo de Yarumal, aseguró que en los 15 años que lleva viviendo en La Dorada, no había visto al río Magdalena tan seco. Eso llevaría a que los peces no podrían salir de las ciénagas.
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