La duquesa de York, Sarah Ferguson, negó en una entrevista a la revista Hello! que esté arruinada o vaya a declararse en bancarrota tras el fracaso de Hartmoor, la empresa que creó para gestionar en Estados Unidos su carrera en el mundo editorial, la prensa y el circuito de conferencias.
Fergie admite que ha atravesado algunos problemas financieros, pero señala que la bancarrota no es una opción, pese a que se asegura que tiene una deuda aproximada de 600.000 libras (653.000 euros, 980.000 dólares).
Según recogen los autores de la entrevista en Hello!, la duquesa dio un puñetazo sobre la mesa para asegurar: "No estoy en quiebra, no voy a la bancarrota y no voy a abandonar".
Sarah Ferguson indica que en estos momentos recuerda a su fallecido padre, quien habitualmente le decía que tenía que hacer frente a las cosas que se afirmaban de ella en los medios.
"Puedo oír a mi padre diciéndome que me levante y que le haga frente", revela.
"Él me decía que reuniera a mis amigos y que me defendiera yo misma diciendo: 'todo esto es una tontería'", señala.
No obstante, la duquesa subraya que no es ni será nunca "una víctima" y que es consciente de que es "la mujer más afortunada del mundo".
La ex esposa del príncipe Andrés de Inglaterra reconoce que sus problemas financieros son consecuencia de haber cedido sus derechos de autor en un momento de crisis económica, pero muestra su confianza en los buenos resultados del acuerdo al que ha llegado recientemente para comercializar Little Red, su colección de libros infantiles.
También alcanzó un acuerdo para participar en una serie de documentales de National Geographic sobre mujeres aventureras y para publicar en 2010 su primera novela.
"Siempre salgo adelante luchando", explica.
