Algo extraño ocurre con la propuesta del gerente General de la Federación Nacional de Cafeteros, Gabriel Silva Luján, de hacer una gran "vaca" o colecta entre productores colombianos e internacionales para comprar a ese colosal negocio que es Starbucks, rival de Juan Valdez en la venta de café, grano y otros alimentos.
A través de su oficina de prensa, Silva Luján le dijo a EL COLOMBIANO que desde hace un año se vienen haciendo los contactos de rigor para concretar la propuesta. La idea es sumar fuerzas entre los países productores del grano, considerando que detrás de ellos hay 25 millones de familias cafeteras.
El tradicional mecanismo de "todos ponen" sería la manera como se haría la adquisición de una multinacional que tiene presencia en 44 países, con más de 16.000 tiendas en las que expende café elaborado, bebidas calientes y comidas rápidas.
Hasta ahí la historia suena interesante y el reto monumental.
Sin embargo, una fuente de alto nivel de la Federación le dijo a este diario que la compra de Starbucks "no es una idea de los cafeteros. Es una idea personal de su gerente General, Gabriel Silva Luján, y la misma no ha sido discutida ni en el Comité Nacional ni el Comité Ejecutivo del gremio". Ni siquiera, añadió la misma fuente, el tema aparece en la agenda del Congreso Cafetero que actualmente se desarrolla en la capital de la República.
En concepto de la autorizada fuente, esta propuesta "es un disparate monumental y fruto de la improvisación".
Entre las razones que sustentan su apreciación se destacan el hecho de que a pesar de la caída del precio de las acciones de Starbucks, de 45 a 8 dólares, la llamada capitalización de mercado, o sea el precio en bolsa de la multinacional, es del orden de 8.000 millones de dólares. "Eso es muchas veces el valor del patrimonio que tiene el Fondo Nacional del Café".
Lo segundo, es que cuando se pretende hacer una compra de estas magnitudes, la misma no se canta a través de las páginas de los periódicos, porque la consecuencia obvia es el encarecimiento de las acciones de la organización que se piensa adquirir.
En tercer lugar, la fuente cafetera consultada resaltó que esa operación no figura dentro de las prioridades del gremio ni del sector.
Cuarto, tampoco se entiende cómo se puede salir a comprar una prestigiosa marca como Starbucks, cuando, en forma simultánea, se están invirtiendo grandes recursos en el posicionamiento de otra marca, como es Juan Valdez. Datos oficiales de la Federación indican que el número de estos locales llegará pronto a 170, de los cuales 135 estarán situados en Colombia y 35 en el exterior. La expansión le apunta a 300 tiendas en el 2010, con lo cual se considera que Juan Valdez jugaría en las grandes ligas de las cadenas de café del mundo. "Y si compramos a Starbucks, ¡imagínese!", le dijo este fin de semana Silva Luján a un medio capitalino.
"Podríamos unirnos todos para comprar esa empresa y tener así un canal de distribución propio, controlado por los países productores", afirmó el gerente General. No obstante, primero tendrá que unir y convencer a su propia dirigencia cafetera de las bondades de esta iniciativa.
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