Cincuenta años. Canas teñidas. Jeans Lee, tenis Converse, igual que hace 45 años. Sin embargo, habla con los modismos de laépoca. Sus amigos son parces, y los lugares que le gustan son parches… Por voluntad propia decidió quedarse estacionado en una especie de post-adolescencia, rara condición que le impidió casarse, salir de la casa paterna o aventurarse a adquirir compromisos serios. Arregla, a domicilio, televisores y equipos de sonido. Manuel es un tipo bueno, noble, leal, confiable; pero también predecible, simple y algo miedoso, rasgos de personalidad que para nada alteran esa percepción de bondad que se dibuja en sus ojos. Rockero sin tregua ni titubeos, también se propuso detener su reloj musical en los ochenta. Emisoras pop-rock de finales de los setenta y todos los ochenta, y los dj’s legendarios de entonces, fueron maestros y guías absolutos. Con ellos aprendió a conocer una de las etapas más brillantes de la música de este tiempo, viaje maravilloso que lo llevó por los grandes cantautores y bandas de la rock arena; que lo sumergió en las viscosas aguas del tecno y la new wave de los 80, hasta la llegada del neo glam que a veces involucraba más pelo que talento.
Junto a esos personajes de radio descubrió también el poder transformador de MTV, y de espacios locales de videos que crearon imágenes que con el tiempo se volvieron más importantes que las mismas canciones. Descubrió las alegrías y decepciones paralelas que generaban los artistas onehitwonder… Junto a ellos se carcajeó hasta el delirio con las ocurrencias matinales de programas quedesbordaban un sano ingenio. Junto a ellos intentó ampliar sus horizontes con la llegada del rock hecho en Argentina y España. Fue demasiado para él, un radical, purista convencido de que el rock se canta y vive en Inglés, aunque no entienda lo que dicen las canciones.
Manuel se quedó atrapado en su era dorada de música. Permaneció fiel a las cinco canciones de Queen que le entregaron sus emisoras favoritas. No fue más allá de los dictámenes de la Billboard. Nunca se apartó de los número uno. Se quedó brincando 45 segundos de sus canciones favoritas en fiestas y guerras de éxitos pasados. Rockcito, lo llama Manuel. Rockcito, rock minúsculo que cabe en un iPod de 4 gigas.
Pico y Placa Medellín
viernes
3 y 4
3 y 4
