En medio de las contradictorias señales que se están dando sobre el seguro abastecimiento de gas en el país, la Superintendente de Servicios Públicos Domiciliarios, Evamaría Uribe, hizo un llamado para que no se genere pánico ni se especule con un eventual apagón de energía eléctrica.
En sus propias palabras "el racionamiento no es posible en el corto plazo". Una de sus razones es que el Gobierno Nacional está tomando las medidas para evitar que se repita el prolongado apagón registrado en 1991.
Una de ellas tiene que ver con el adecuado funcionamiento de las plantas de generación que usan como materia prima el gas, el carbón y combustibles líquidos.
Lo que normalmente se hace cuando el Niño se torna más perverso, es racionalizar el agua de los embalses. Eso le baja el ritmo a la generación hidroeléctrica y obliga a incrementar el uso de las más costosas plantas térmicas.
Para que estas últimas y las hidroeléctricas estén listas para producir más energía cuando el país lo requiere, se les paga a las empresas generadoras 680 millones de dólares anuales a través del llamado cargo por confiabilidad. De ese monto, cerca de 320 millones de dólares van a los productores térmicos. En el año 2006 ese cargo tuvo un reajuste de 100 millones de dólares para que los térmicos hicieran las adecuaciones tecnológicas necesarias para quemar combustibles líquidos.
Pues bien, ahora el Gobierno sostiene que esas plantas no van a sufrir por combustibles líquidos para generar energía, o sea por fuel oil o diésel. Tampoco por gas. No obstante, lo que falta por ver es si todo el parque térmico ha hecho juiciosamente sus mantenimientos. De no ser así, dijo la Superservicios, se impondrán las sanciones administrativas de rigor.
La negra noche
Por su parte, el presidente de Ecopetrol, Javier Genaro Gutiérrez Pemberthy, advirtió en la celebración de los 15 años de la Ley Eléctrica que "no nos podemos ir a un racionamiento. Ese tiene que ser un compromiso de todos. Eso sería imperdonable y no tendríamos la conciencia tranquila".
Marcado por el recuerdo de los duros momentos vividos en 1991, cuando trabajaba en Interconexión Eléctrica S.A. en la Unidad de Expansión, el ejecutivo expresó en tono muy emotivo y firme que el país no se merece la repetición de esa "oscura noche" y que como parte de la responsabilidad social empresarial lo mínimo que se puede hacer en este caso es no anteponer los intereses particulares al beneficio común.
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