Estaban a muchos kilómetros. Tantos, que les explicaron que para llegar al Reino Unido debían montarse en un avión y a ellos les pareció fantástico que una cajita de esas vuele con tanta gente metida en ella.
Y aunque de los novios los pequeños de la Fundación ¡Vivan los niños! no tenían ni idea, hasta que les explicaron sobre el país, la monarquía y la boda, ellos brindaron y aplaudieron por la felicidad del nuevo matrimonio.
La entidad la fundó el padre inglés Peter Walters, hace 16 años en Inglaterra. De ahí la relación con el Reino Unido: algunos de sus ciudadanos, con sus donaciones, hacen posible la fundación, que trabaja por niños con alto riesgo social.
"Queremos compartir la alegría del matrimonio del príncipe Guillermo y la princesa Catalina. Allá muchos niños están involucrados con la fiesta. Queríamos que los de acá también tuvieran la oportunidad de hacerlo", expresó el padre Peter, quien casi ni durmió por estar esperando la transmisión. La novia estudió en su mismo colegio.
Y los pequeños absorbieron toda la información y también acomodaron lo que se les olvidó: "Hoy se casaba la reina Catalina y el rey Guillermo", dijo Kimberly.
"Realizamos unas manillas con los colores de la bandera de Reino Unido", contó Deisy Bibiana. "Fue una boda muy bella. Se casaron muy felices y se dieron el primer beso en público", añadió Juan Manuel. Desde la distancia, y aprendiendo, unos niños brindaron por los recién casados. Las copas de plástico sonaron con champaña sin licor, les dieron la bendición y oraron porque, como en los cuentos, sean felices y coman perdices.
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