Lo tenían claro: crear un buscador. Si, como Google, pero con la idea de que los usuarios no tuvieran que soportar publicidad.
Juan Sebastián Henao y Darwin Tusarma, dos ingenieros de sistemas de la Universidad del Quindío empezaron a indagar entre los usuarios y encontraron que la gente pasa 15 minutos filtrando información de sus consultas.
Así que empezaron a trabajar, y en 2012 nació Gyffu.com, un motor de búsqueda que quiere evitar ese síndrome de intoxicación, producto de la sobreoferta de resultados.
Les apuntan a fuentes relacionadas con la palabra clave, basados en un algoritmo desarrollado por ellos mismos. "Es el único buscador que no necesita indexar páginas web. No lo hace porque su modelo de negocio no es la publicidad ni conocer los hábitos de los usuarios".
Pruebe "gyffiar" o el equivalente a "googlear" en una interfaz limpia en la que está presente un buho, un personaje que simboliza un proyecto que va en etapas.
Ahora, la de consolidar usuarios. Tiene más de 300 visitantes diarios y esperan finalizar el año con 2 mil. Reciben consultas desde todas partes del mundo y habilitarán imágenes y video.
Con 25 años, Juan Sebastián inició su camino en internet cuando Google ya existía. No obstante, buscó alternativas porque cree que "es contraproducente obtener solo resultados de la realidad aislada de ese, "lo que sé de ti", que proporciona Google".
Se refiere a que en la medida en que el buscador sabe más de un usuario, más confecciona los resultados a la medida.
Planean crecer a partir de lo que llaman como "gyfussion", con contenido premium para usuarios que quieren que el buscador sea más selectivo con los resultados, y les presente un resumen.
Ellos no dan consejos sobre cómo hacer consultas. La idea es que "el buscador se acomode al usuario y no al contrario". Así quieren crecer como alernativa.
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