En Peñalisa los ríos atacaron dos veces

EN ESTE CORREGIMIENTO de Salgar son unas doscientas las familias afectadas con la tragedia invernal. A falta de un afluente, allí se crecieron el San Juan y el Cauca y sembraron desastres. Un pueblo en la incertidumbre, que espera la ayuda solidaria de los antioqueños.

En Peñalisa los ríos atacaron dos veces | Juan Antonio Sánchez, Enviado Especial, Salgar | En el sector de la cancha, los afectados por las crecientes del San Juan y del Cauca formaron refugios con plásticos y carpas, pero tampoco es un sitio seguro, pues los afluentes siguen amenazando y la lluvia no cesa de caer, lo que incrementa el peligro.

17 de noviembre de 2010

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Como reza el dicho, si en Bolombolo llueve en Peñalisa no escampa y si los dramas son menores es porque el caserío es más pequeño.

Acá, incluso, la creciente se sintió primero, pues queda 5 kilómetros antes de Bolombolo y es donde se cruzan los ríos Cauca y San Juan, que es como decir un choque de trenes, que se dio el miércoles en la madrugada, acabando de destruir lo que ya estaba semidestruido.

El desastre invernal en este corregimiento de Salgar se sintió con fuerza el sábado anterior, cuando incluso un grupo amplio de familias debió ser evacuado y alojado en albergues y carpas mientras los ríos bajaban sus niveles.

En esas estaban, esperando el milagro, pero lo que vino fue el desastre. Lo contó Wilson Gallego, a quien el río lo atacó dos veces.

-El sábado se nos metió, pero no tanto, y anoche sí fue una cosa descomunal-, dijo mientras trataba de limpiar el carburador de su moto, que también fue arrastrada, para poder darle encendido.

Al final la moto funcionó, pero las cosas en su casa no. A un lado, bajo un plástico negro, estaban su esposa y sus dos hijos cuidando unos pocos enseres que pudieron rescatar, porque las camas, la ropa y los utensilios de cocina sí se perdieron todos.

-La casa está inundada, no podemos entrar porque el río no cede-, añadió su esposa.

Según las cuentas de Alfredo Vergara, comandante de Bomberos de Salgar, allí se pasó de 146 damnificados del sábado a unos 200.

"Acá hubo pérdida total de enseres, hay mucha gente reubicada y no hubo desgracias porque ya estaban un poco prevenidos", sostuvo.

La Policía acompaña a la población, mientras el padre Martín Rodríguez implora que la gente se solidarice con ayudas, como frazadas, colchones y mercados. Ayer la Alcaldía llegó con carpas y a hacer un almuerzo comunal.

Peñalisa está sufriendo y ya no hay ni a qué autoridad acudir para pedir ayuda. Sólo implorar que el San Juan y el Cauca los dejen en paz, la gente los quiere ver pasar, pero no los está invitando a sus casas. Entonces, que no entren, ¡por favor!