Si quiere una mascota que no se extravíe, no ensucie tapetes, muebles o no haga ruido, los peces no son sólo la mejor sino la única opción.
Con las mascotas, los niños crean lazos de afecto y la tenencia de un animal les genera un sentido de responsabilidad.
Si usted es de los que se niega a adquirir un perro, gato o hámster, considere la compra de estos pequeños animales que poco dan qué hacer.
Los peces que más se venden, según Hernán Gómez, del acuario Acuamar, es el beta. Pequeños y de vivos colores, no necesitan grandes cuidados, sin embargo, no deben estar con otros de su misma especie.
Aunque también gustan las bailarinas, la demanda de los betas es tan alta que incluso se usan como regalos para los niños en primeras comuniones y cumpleaños.
El cuidado de los betas, peces que no superan los dieciséis mil pesos, consiste en alimentarlo tres veces al día y cambiarle la tercera parte del agua semanalmente.
Pero más allá de la betera, las peceras se han convertido en la excusa perfecta para decorar hogares y oficinas. De dos tipos de decoración, pueden albergar varias especies, aunque es necesario asesorarse en cuáles conviven correctamente.
No solo por el carácter agresivo o pasivo se determinan los compañeros. Algunos peces, según Manuel Posada, subgerente del acuario Calipso, son más rápidos que otros y se comen la comida antes de que su compañero alcance a tomarla.
El acuario coralino, por ejemplo, es decorado con corales que aumentan el PH del agua y crean las condiciones para los cíclidos africanos, peces de carácter agresivo.
El plantado, que puede ser decorado con plantas vivas o artificiales, está diseñado para los peces tetra o los discos, peces pasivos de alta demanda y costo por su exótica belleza.
Aunque suene a exceso, los peces son tratados como cualquier mascota. En Calipso, por ejemplo, para cuando la familia salga de viaje se presta servicio de guardería para los beta y para las peceras más grandes se venden comederos automáticos.
La asesoría en el montaje de la pecera que implica, además, crear un ecosistema estable antes de introducir los peces, se complementa con la que prestan cuando su pez presente síntomas de bacterias o enfermedades.
Entre algunos de los cuidados básicos para la buena salud de los peces, explicó Diana Sierra, del Calipso, es necesaria la buena calefacción que mantenga una temperatura estable de 26 a 28 grados centígrados, medir los niveles del PH cada ocho días y que la iluminación no se pase de las ocho horas diarias. Visite los acuarios de la ciudad, hay peces para todos los gustos.
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