Un avión 787 Dreamliner de Boeing realizó ayer un vuelo de dos horas con el fin de probar que el sistema de baterías de iones de litio cumple con las regulaciones de seguridad, un paso clave para poner fin a la prohibición de vuelo que pesa sobre las naves.
El vuelo, que según Boeing "salió de acuerdo a lo planificado", careció de las multitudes que vitorearon el viaje inaugural del 787 en el 2009.
Sin embargo, si se considera exitoso, el vuelo le permitiría a Boeing desarrollar una segunda prueba "en los próximos días" que recogería información que será enviada a la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por su sigla en inglés), dijo el portavoz de la compañía Marc Birtel.
La FAA y otros reguladores decidieron a mediados de enero que los Dreamliner no podían volar tras incidentes con sus baterías en dos aeronaves.
Algunos funcionarios de Boeing han dicho que la aeronave podría estar operando nuevamente el 1 de mayo, o incluso antes.
Pero Oliver McGee, un ingeniero mecánico y aeroespacial que fue subsecretario de Transporte durante la presidencia de Bill Clinton, se mostró ayer escéptico de que los reguladores le permitieran reanudar tan pronto el servicio.
"Tome cualquier fecha acordada y añada tres a seis meses a ella", dijo McGee a Reuters. "No creo que vayan a ver un arreglo rápido o un compromiso de parte de la FAA", agregó.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6