Los cultivos de cítricos de Frudelca crecen por las montañas del Suroeste antioqueño. En sus terrenos no solo crece la materia prima que mantiene con vida el negocio, sino que se transforma cada parte de la fruta para crear productos innovadores que abastecen las principales cadenas del país. La empresa nació hace 40 años, cuando Juan Diego Ospina Baraya, gestor de la idea, transformó una finca ganadera en tierra para cultivar naranjos. Hoy los terrenos se expandieron y Frudelca cuenta con cinco unidades especializadas de negocio.
La primera de ellas es el cultivo de naranjas, mandarinas, toronjas, limones, mangos, mangostinos, plátano y cacao, que se vende como materia prima. Sin embargo, la mayoría de la fruta se utiliza para la producción de jugos naturales de naranja, mandarina, limón, toronja y uva en presentaciones rígidas y flexibles según las necesidades del consumidor. Esta segunda línea es una de las más importantes para la empresa.
Además, Frudelca se destaca por ser la única compañía del país que produce aceites esenciales de cítricos y limoneno. Un logro destacable, puesto que Colombia ha pasado de ser importador a ser autosuficiente en este tema. Asimismo, la empresa también cuenta con el vivero más grande del país certificado por el ICA para la producción y comercialización de cítricos.
Su última línea de negocio está enfocada en la ganadería. Los terrenos que no están cultivados, se utilizan para el levante de ganado de ceba. Para ello, Frudelca posee una planta para la producción de alimento complementario para la nutrición del ganado, una compostera que produce abono orgánico y una planta para la producción de biofertilizante.
En estas cuatro décadas, uno de los desafíos más importantes fue su paso de ser una empresa agrícola a una agroindustrial, lo que les permitió transformar sus productos. Sumado a la incorporación del uso de máquinas en los procesos de producción agrícola. En 2010 inauguraron su primera planta de producción de jugos en Támesis, lo que llegó con la extensión de sus cultivos a Tolima y Santander.
Frudelca también se destaca por su capacidad de generar empleo. Más de 600 familias encuentran en sus terrenos y plantas la oportunidad de crecer con ingresos justos y oportunidades de estudio. “Hoy trabajamos en el desarrollo del talento humano, no como una idea romántica, sino con el convencimiento de que potenciar la profesionalización de nuestros trabajadores es desarrollar su potencial para que la empresa siga creciendo”, destacan.
Su visión ahora se encuentra centrada en la sostenibilidad. Frudelca no solo quiere crecer con una mano de obra que pueda potenciar todas sus capacidades, sino posicionar aún más su filosofía de productos naturales en un mundo cada vez más exigente y demandante de lo original de la tierra. En los últimos 10 años se han preparado para enfrentar mayores desafíos. Hoy, con grandes cultivos y plantas de producción a la vanguardia tecnológica, la meta es lanzar nuevos productos derivados de los cítricos.
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