Menos de 300 toneladas de los desperdicios diarios que se generan en Medellín son reciclados, algo así como el 12 % del total producido. Y aunque en los últimos dos años se trata de organizar y formalizar el papel de los recicladores, todo comienza por casa.
En el país se generan alrededor de 30.000 toneladas de desechos diarios según Cempre, Compromiso Empresarial para el Reciclaje.
Aunque subsisten deficiencias en el sistema de recolección de las basuras, donde con frecuencia se mezclan las bolsas del reciclaje con la basura, y aunque no existe una cultura generalizada de emplear, otro problema es que no se sabe qué reciclar ni cómo, lo cual se evidencia en los contenedores en los grandes almacenes y centros comerciales: se bota de todo en todos los recipientes.
Los modelos actuales de reciclaje se basan en las 3R: Reducir, Reciclar y Reutilizar, a la que algunos agregan una cuarta: Recomprar.
Dado que el consumismo se ha convertido en un problema serio que afecta los recursos naturales, lo primero debe ser reducir, que se refiere a comprar menos y a usar menos recursos como agua, energía y combustibles.
Reutilizar es alargar la vida útil de los productos y objetos, dándoles a algunos otro uso. Y reciclar, que es la R que más se conoce, es rescatar un material para convertirlo de nuevo en un producto mediante un proceso que por lo general demandará menos energía.
La Cooperativa Multiactiva de Recicladores de Medellín sugiere consumir responsablemente y, por lo tanto:
Al comprar usar bolsas de tela para evitar las de plástico: comprar solo lo que se necesite, no lo que dice la publicidad: pensar en el impacto que el producto genera en el planeta; tener en cuenta los desperdicios que generará lo comprado; preferir productos con envases retornables o reutilizables.
Lo tradicional ha sido reciclar unos materiales básicos, del papel, plástico y metal al vidrio, pero hay más, y no todo se puede reciclar.
En el país se recicla cerca del 45% del papel que se consume, mientras la industria del vidrio recicla alrededor del 50% de lo que utiliza; mientras, de metal se producen cerca de 45.000 toneladas de chatarra de cobre y aluminio.
Para reciclar se utilizan recipientes de colores: verde para lo orgánico y material no reciclable como servilletas y papel higiénico, azul el plástico, botellas y empaques, y gris papel y cartón.
Lee aquí el Especial: ¿Qué hacer con las basuras?
Cómo se recicla
La Cooperativa recuerda que hay que separar en bolsas el material desechado, no mezclar porque se echa a perder todo.
Y hay una acción básica: juagar. Sí, juagar botellas, bolsas, latas y secarlas antes de depositarlas en los recipientes.
El papel y el cartón hay que entregarlo limpio. Se pueden reciclar cuadernos, periódicos, documentos de oficina, cajas de cartón, cajas de medicinas, facturas, sobres, carpetas, folletos, hojas, así como empaques de tetrabrick y de huevos. Este material se deposita en las canecas grises.
En plásticos se recicla el pet, el pvc, el polipropileno (pitillos, tapas de bebidas, envases de productos alimenticios; el polietileno de baja densidad (bolsas de leche, bolsas de detergentes, tuberías, bolsas de suero; el polietileno de alta densidad (juguetes, sillas, mesas, empaques de productos alimenticios o de limpieza); el poliestireno 8 vasos de yogur, cajas de CD, platos y vasos desechables).