El tenista argentino Juan Martín del Potro volvió a festejar el lunes en los Juegos de Río, apenas 18 horas después de su gran victoria ante el serbio Novak Djokovic, y se metió en la tercera ronda del torneo tras superar al portugués Joao Souza pero además jugó el partido de dobles donde tuvo que volver a salir a la cancha, pero esta vez perdió por 6-3, 5-7 y 6-2 junto a González ante Nadal y López, también por segunda ronda. En dos días, el argentino jugó tres partidos para sumar casi siete horas en cancha.
Del Potro se mostró físicamente disminuido por el cansancio tras la dura prueba del domingo, pero en el partido contra Souza aguantó los embates del europeo y se impuso por 6-3, 1-6 y 6-3 para seguir adelante en la búsqueda de una segunda medalla olímpica consecutiva.
En la cancha central del Centro Olímpico de Tenis, el mismo escenario en el que dio el golpe ante el número uno del mundo, Del Potro batalló durante casi dos horas frente a los pasajes de buen juego de Souza, 36 del ranking de la ATP, y su cansancio.
“El partido estaba complicado porque las piernas me pesaban, me sentía cansado porque dormí menos de cinco horas y no podía creer que le había ganado a Djokovic, que tenía que jugar al rato, y que todavía tengo que jugar el dobles”, dijo Del Potro a periodistas sobre el partido que más tarde el lunes jugó con Máximo González ante los españoles Rafael Nadal y Marc López.
Del Potro, bronce en Londres 2012 y número 145 del escalafón, clasificó a Río gracias a su ranking protegido. Volvió al circuito de la ATP a fines de febrero tras dos años con muy poca actividad debido a un problema en su muñeca izquierda que le requirió tres intervenciones quirúrgicas.
“No fue nada fácil. Lo que estoy viviendo es muy fuerte, lloré demasiado de felicidad después de ganarle a Djokovic. Poder responderle en la cancha a la gente que me apoyó durante todo este tiempo en que estuve lesionado es algo que estoy disfrutando mucho”, señaló el ganador del Abierto de Estados Unidos en 2009.
El argentino resolvió con sencillez el primer set, que había arrancado muy parejo, tras quebrar dos veces el saque de su rival. En el segundo todo cambió. Del Potro se mostró exhausto, y prácticamente no pudo plasmar nunca su potente derecha. El portugués vio que tenía su oportunidad y con un juego más agresivo quebró dos veces para liquidar con holgura el parcial.
El cansancio del argentino se vio reflejado en sus 14 errores no forzados, contra apenas uno de Souza.
Del Potro salió con todo a jugar el tercer set y se puso 4-2 arriba con un quiebre para encaminarse hacia la victoria.
El partido se disputó en el marco de una fuerte rivalidad en los cánticos entre simpatizantes argentinos y brasileños -partidarios de Souza-, que incluso derivó en una escena de pugilato entre dos hinchas, ambos expulsados del estadio por las fuerzas de seguridad.
“Ojalá que este tipo de incidentes no vuelva a suceder, porque acá hay que disfrutar del juego, esto no es fútbol”, dijo Del Potro, quien en busca de un pasaje a cuartos de final se medirá con el japonés Taro Daniel, vencedor en segunda ronda del británico Kyle Edmund por 6-4 y 7-5.
En tanto, el francés Gael Monfils -sexto preclasificado-, le ganó al local Rogerio Dutra Silva por 6-2 y 6-4, mientras que el croata Marin Cilic -noveno cabeza de serie- superó en sets corridos al moldavo Radu Albot.
La sorpresa del día la dio el luxemburgués Gilles Muller, que eliminó al francés Jo-Wilfried Tsonga, quinto preclasificado, por 6-4 y 6-3.
En una mala jornada para los latinoamericanos, también quedaron fuera de competencia las duplas de Colombia y Brasil.
Los estadounidenses Steve Johnson y Jack Sock vencieron a los cafeteros Juan Cabal y Robert Farah por 6-4 y 7-6 (7-1); mientras que los italianos Fabio Fognini y Andreas Seppi superaron a los locales Thomaz Bellucci y Andre Sá por 5-7, 7-5 y 6-3.