Ya sin las restricciones para viajar por carretera y con la posibilidad de salir a puebliar y descubrir el paisaje y la cultura de las distintas regiones, el decorado de las plazas y parques de los municipios de Antioquia es otro.
Ya abrieron los museos, los hoteles, los negocios y los visitantes volvieron a recorrer sus calles y sitios de interés en una paulatina reactivación del turismo local.
En medio de la amplia oferta de atractivos naturales, culturales e históricos que ofrece Antioquia, en sus 124 municipios, hay siete que resaltan gracias a la declaración como Bienes de Interés Cultural de la Nación.
Santa Fe de Antioquia, en el Occidente; Rionegro, Marinilla, Concepción y Abejorral, en el Oriente, más Jericó y Jardín, en el Suroeste, hacen parte de esa lista. En el país son 46 localidades (de las 1.103 que hay) que son consideradas como patrimonio.
El arquitecto Pablo Gómez Gómez, representante legal suplente de la Fundación Ferrocarril de Antioquia, define el patrimonio como “aquello que se recibe como herencia y se deja como legado”.
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Aclara que aunque la normatividad habla de patrimonio cultural (son las creaciones) y natural (es el entorno geográfico), este debe ser entendido como un solo. Esa declaratoria puede ser de ámbito nacional, departamental o municipal.
Requisitos
Luis Felipe Saldarriaga, que integra el equipo de Patrimonio del Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia, anota que para que un municipio sea declarado como Bien de Interés Cultural debe cumplir por lo menos una de estos tres valores: históricos, estéticos y simbólicos.
El primer punto se refiere a su relevancia en hechos importantes y en la memoria de la sociedad y su territorio. Sobre lo estético señala que está relacionado con la arquitectura y el paisajismo, mientras que los simbólico son esos hitos o referentes (pueden ser un árbol, un río o un puente).
Al hablar de las 7 localidades de Antioquia que cumplen con estas características, el arquitecto Gómez Gómez apunta que Santa Fe de Antioquia, Marinilla, Rionegro y Concepción tienen su importancia histórica por su papel dentro de la época de la Colonia y desarrollo económico del departamento, mientras que Abejorral y Jericó fueron pilares del proceso que se conoció como la colonización antioqueña hacia el sur del país.
Sobre Jardín, Luis Felipe Saldarriaga señala que su declaratoria es por el entono arquitectónico de su plaza principal, “característica que afortunadamente se ha extendido por todo el municipio”.
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El alcalde de Santa Fe de Antioquia, Felipe Pardo, recuerda que la llamada Ciudad madre es Patrimonio Cultural de la Nación desde 1960 y que cobija la protección del centro histórico. Por su parte, el alcalde de Jericó, David Toro, resalta de su municipio la arquitectura, paisajes, historia, cultura y diversidad como baluartes de esa distinción como Bien Cultural de la Nación.
Para qué
Cuestionado por las ventajas que tiene para un municipio ser declarado patrimonio, el representante legal suplente de la Fundación Ferrocarril de Antioquia acota que básicamente sirve para fortalecer la identidad y como un vehículo de desarrollo económico.
Sobre los recursos que pueden obtener estas poblaciones señala que aunque pueden acceder a presupuesto del Ministerio de Cultura, a este también pueden llegar otras localidades que no tengan la condición de bien cultural.
Luis Felipe Saldarriaga dice que esta categorización les da un escudo jurídico frente a una posible intervención.
Y justo ahora que el Ministerio de Cultura celebra en septiembre el mes del Patrimonio y que este domingo se festeja el Día Internacional del Turismo, la invitación es a conocer esos municipios antioqueños que hacen parte de la selecta lista poblaciones que son patrimonio.