“Simón Posada” cantó claramente Jorge Celedón, en medio de una de esas improvisaciones tan usuales en los artistas vallenatos, sobre el escenario de las Trigésimo Primeras Fiestas del Aguacero, celebradas este fin de semana en el municipio de Caldas.
Celedón era el artista principal de la fiesta que esperan los caldeños cada año y por eso que mencionara el nombre del candidato de la continuidad no pasó desapercibido, como tampoco lo hizo que en la noche del viernes, justo cuando el parque principal estaba repleto, saltaran cuatro pelotas gigantes con el nombre del candidato del partido Liberal, que lanzadas una y otra vez por los asistentes al evento parecían una parte más de la decoración.
Ambos hechos estuvieron en contra de la normativa electoral vigente en el país. “El Consejo Nacional Electoral indicó de manera expresa que no está permitido que en los eventos sociales, culturales o de ayuda, organizados y dirigidos por la administración municipal, se realice propaganda electoral a favor de un candidato en cuanto esta conducta, desequilibra las condiciones de las campañas electorales de los demás candidatos y, por lo tanto, puede ser constitutiva de los delitos o faltas disciplinarias preanotadas”, dice la cartilla sobre propaganda política de la Misión de Observación electoral.
Y es que este evento es financiado por la Administración. En el SECOP, que es la plataforma de contratación del Estado, aparecen tres contratos alusivos a la Fiesta, uno por 99 millones de pesos por las presentaciones artísticas, otro por 23 millones para alimentación y uno más por 34 millones para eventos alternos.