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Llegó el día D y así está el juego político en la final

Las cartas se destaparon y la suerte está echada. Medellín y Antioquia eligen hoy nuevos gobernantes. Este fue el camino electoral y lo que está sobre la mesa.

  • Ya está todo listo para la jornada electoral de este domingo. FOTO AFP.
    Ya está todo listo para la jornada electoral de este domingo. FOTO AFP.
Llegó el día D y así está el juego político en la final
27 de octubre de 2019
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Fue una campaña atípica, por muchos factores. Jamás el electorado se había encontrado con tantas caras en los tarjetones: 12 para la Alcaldía de Medellín y 7 para la Gobernación de Antioquia.

Quizás por eso, por el desconocimiento de los candidatos y por el alto número de indecisos, la contienda parece haber despegado hace pocas semanas. Incluso, la falta de conexión de los aspirantes con los ciudadanos representada en un voto en blanco superior al 20 %, llevará a que muchos se decidan cuando recién lleguen a su mesa de votación o se sostengan en que definitivamente ninguno le gusta.

A la Alcaldía de Medellín se inscribieron 15 candidatos. Luego de la renuncia de tres, los 12 que llegaron hasta el día final son: Víctor Correa (Polo Democrático), Santiago Gómez (Seguimos Contando con Vos), Jorge Gutiérrez (Colombia Renaciente), Jairo Herrán (Colombia Humana - UP), Luis Guillermo Hoyos (Partido PRE), Gemma María Mejía (Colombia Justa Libres), Luis Fernando Muñoz (Partido ADA), Daniel Quintero (Independientes), Alfredo Ramos (Centro Democrático), Beatriz Rave (Alianza Verde), Juan David Valderrama (Todos Juntos) y Juan Carlos Vélez (Medellín Avanza).

Para la Gobernación de Antioquia los candidatos son: Rodolfo Correa (Alianza Social Independiente), Aníbal Gaviria (Es el Momento de Antioquia), Andrés Guerra (Centro Democrático), Juan Felipe Palau (Polo Democrático y UP), Iván Mauricio Pérez (Compromiso Ciudadano), Juan Camilo Restrepo (Partido Conservador) y Mauricio Tobón (Tú Puedes).

Juan Esteban Mejía de Colombia Justa Libres, aunque aparece en el tarjetón, ya está retirado porque se sumó a la campaña de Guerra.

Ser independiente: la moda

Cuatro de los candidatos a la Alcaldía conformaron grupos significativos de ciudadanos. Gómez, Quintero, Valderrama y Vélez tuvieron la oportunidad de empezar campaña antes de tiempo.

Mientras los demás gestionaban sus avales en los partidos tradicionales, ellos recorrían las calles recolectando firmas que avalaran sus inscripciones y de paso, adelantarse desde el principio del año con pocos ojos de las autoridades encima.

Entre los aspirantes a Gobernación, tres se inscribieron por firmas, pero con métodos diferentes. El exgobernador y exalcalde Aníbal Gaviria, presentó más de medio millón de firmas a pesar de contar con los avales de los partidos: Liberal, de la U, Cambio Radical y Alianza Verde.

Iván Mauricio Pérez del movimiento de Sergio Fajardo, Compromiso Ciudadano, recogió firmas y solicitó el aval de la Alianza Verde, pero esa colectividad se lo dio a Gaviria. Tobón, por su parte, se acercó a algunos partidos, pero al no lograr el respaldo, tomó la independencia como su bandera. Y, Rodolfo Correa, salió a recoger firmas aunque ya tenía el aval de la ASI.

Para Pedro Piedrahíta, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Medellín, la explosiva aparición de movimientos por firmas tienen en común el discurso de que los partidos políticos tradicionales no representan al ciudadano.

También cuestionó el control precario de las autoridades electorales a estos grupos que van por firmas. “No se avizora un control a la financiación de estos movimientos al iniciar la recolección de firmas, mostrando en muchos casos la inyección de grandes cantidades de dinero antes del inicio formal de la campaña política”, indicó.

Sobre este aspecto, la Misión de Observación Electoral (MOE) hizo alertas porque la herramienta de las firmas estuvo salida de control, los movimientos no reportaron sus ingresos y aún se desconoce, en muchos casos, el origen del dinero que los financió.

La novela de los avales

Del alboroto por los recolectores de firmas, la campaña pasó a los agarrones, las pujas y las cizañas entre políticos que se disputaban los avales de los partidos. El camino hasta alzarse con el aval fue largo y en algunos casos un calvario.

En el caso de la Alcaldía, Herrán y Correa no tuvieron mayores sobresaltos para obtener los respaldos de las colectividades. Ramos por su parte, avanzó en un extenso proceso interno del Centro Democrático que desencadenó en polémicas y desencuentros con otros precandidatos. Fruto de ello, en mentideros políticos se habló que era el dueño del aval, pero no lograba unir al uribismo entorno a su nombre.

Beatriz Rave fue de las últimas en comenzar campaña. Inició acompañada de algunas bases del movimiento fajardista Compromiso Ciudadano; no obstante, la mayor parte de ese equipo ya estaba en la campaña de Juan David Valderrama, empezando por el exgerente de EPM y excandidato a la Gobernación, Federico Restrepo.

El aval de la Alianza Verde, también buscado por Quintero, le llegó a Rave sobre la fecha de la inscripción de candidatos en la Registraduría. Aunque lo logró y fue la escogida por el excandidato presidencial Sergio Fajardo, el partido tampoco mostró unidad sobre ella. De hecho, el congresista León Fredy Muñoz y su equipo insistieron en que se uniera a Quintero.

Incluso ese sector independiente ya parece decidido por un candidato, como señala la última encuesta publicada por EL COLOMBIANO cuando se pregunta por los aspirantes que representan este espectro político. Daniel Quintero gana con 31%, seguido de Juan David Valderrama con el 13% y Beatriz Rave con 9,3%.

En Gobernación, la histeria por los avales fue mayor. Militantes de la ASI amenazaron a Correa con quitárselo, por sus declaraciones con tendencia política de derecha, algo contrario a sus orígenes según un sector de esa colectividad.

La Alianza Verde estuvo en el ojo del huracán. Juan Felipe Palau e Iván Mauricio Pérez querían representar al partido en las elecciones. Ambos quedaron por fuera cuando los verdes decidieron adherir a Gaviria, quien ya contaba con otros avales y respaldos de partidos. Esta postura fue catalogada por Palau como “otra jugadita” y Fajardo, quien impulsaba a Pérez, dijo que la decisión era “nefasta y contradictoria. Un acto politiquero”.

Fue tanto el cimbronazo del aval verde para Gaviria que el equipo de Compromiso Ciudadano se resintió y perdió fuerza en las regiones.

Omar Yepes, presidente del Partido Conservador y el exmandatario Andrés Pastrana, levantaron las manos de Juan Camilo Restrepo y lo certificaron como candidato oficial por los azules.

Sin embargo, en julio, Restrepo vio como congresistas y militantes conservadores antioqueños se sentaban a dialogar con Aníbal Gaviria. La profecía volvió a cumplirse. El exgobernador una vez más sumó a dirigentes importantes y dejó débil a otro de sus adversarios.

Y no solo eso. Los congresistas azules sacaron a Restrepo de la sede del partido y le pidieron al Consejo Nacional Electoral (CNE) que le revocaran el aval. Aunque el tribunal negó la solicitud; a Juan Camilo le tocó hacer una campaña de más calle y de opinión.

¿Quiénes se juegan qué?

El expresidente Álvaro Uribe y el Centro Democrático aún no ganan Alcaldía de Medellín ni Gobernación de Antioquia.

Este partido ha consolidado victorias en el departamento con el No del plebiscito para la Paz, luego con la mayoritaria elección de congresistas y fue clave para que Iván Duque se convirtiera en presidente.

Ganar en su tierra con sus candidatos, es la tarea pendiente del senador Uribe. De lograrlo, el Centro Democrático tendría los dos cargos públicos de más influencia en el departamento. Se ve más cerca la alcaldía que la gobernación.

Otros líderes políticos como Sergio Fajardo, César Gaviria, Federico Gutiérrez y Gustavo Petro, también movieron sus fichas.

Desde que salió de la Gobernación en diciembre de 2015, el fajardismo no regresa al piso 12 de La Alpujarra. La continuidad de su proyecto político en Antioquia es fundamental para sus aspiraciones presidenciales en 2022.

El expresidente César Gaviria no quiso que el Partido Liberal tuviera candidato propio para la Alcaldía de Medellín. Los concejales Aura Marleny Arcila y Fabio Rivera, se quedaron esperando aval. No obstante, se habla de su cercanía con Daniel Quintero y por eso una facción del liberalismo lo apoya. En contravía de Gaviria, Arcila y Rivera se la jugaron por Alfredo Ramos.

El alcalde Federico Gutiérrez tiene en Santiago Gómez su apuesta de continuidad. Del mandatario se dice que podría llegar al Ministerio de Defensa y por su positiva imagen, podría ser presidenciable integrando el uribismo, colectividad con la que es cercano. Su movimiento Creemos se extinguió.

Gustavo Petro también buscará la Presidencia en 2022 y para él entrar en Antioquia es vital para su proyecto. Aunque Colombia Humana tiene sus candidatos (Herrán y Palau), la izquierda está lejos de llegar al de poder.

Un cierre de campaña sucio

Las últimas semanas llegó lo temido por muchos: la campaña negra. Noticias falsas, videos difamatorios con pago de pauta publicitaria, volantes en el espacio público, marchas con encapuchados y hasta espionaje aparecieron.

Quintero y Ramos, los dos punteros en las encuestas, han sido los más atacados y en varias ocasiones tuvieron que salir a desmentir las informaciones en su contra.

Además, los entes de control y las autoridades electorales también pusieron su mirada en la contienda en Medellín. Por supuesto proselitismo a favor del candidato Santiago Gómez, la Procuraduría General de la Nación abrió indagación contra funcionarios de la Alcaldía y el alcalde Gutiérrez.

Esto, después de identificar vallas en la ciudad con la imagen de Gómez y Gutiérrez, y de que EL COLOMBIANO denunciara presiones a contratistas de la administración para hacerle campaña al candidato.

El analista Piedrahíta, concluyó que las elecciones estuvieron marcadas por discursos novedosos, lo cual llevó a muchos jóvenes a participar, pero también el miedo, con mensajes dirigidos a un enemigo al cual se supone que hay que vencer. “Los discursos de miedo, odio y mentiras siguen teniendo relevancia en la sociedad, los cuales son replicados, compartidos y defendidos sin ninguna verificación”.

Esto fue lo más destacado del camino político de las campañas. Las apuestas están claras y solo dos dirigentes hoy, a eso de las 7 de la noche, levantarán sus brazos y sus equipos los empezarán a llamar alcalde y gobernador.

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