No hay duda: Carlos Daniel Serrano inscribió su nombre en lo más alto del deporte paralímpico colombiano gracias a su memorable actuación en Río, en agosto del año pasado.
Con una medalla de oro, una de plata y una de bronce (en los 100, 50 y 200 metros, respectivamente) en las piscinas olímpicas, este santandereano que nació con andocroplasia (1,44 metros de estatura) es el principal representante de los deportistas en condición de discapacidad.
Como si fuera poco, fue nominado para aspirar al título de mejor atleta paralímpico del mundo, en abril de 2016, y estuvo cerca de este galardón en septiembre de ese año.
“Todo es parte de un proceso difícil. Siempre he pensado que en el entrenamiento se siembran las medallas y en la competencia se recogen”, declara.