Aquí va Andrés Plazas, de 56 años, un día ingeniero, hoy caminante que intenta cada día hacer el camino al andar ¿Por qué empecé a caminar? Tal vez por el bienestar del ejercicio físico en medio de la naturaleza, y por la felicidad del cálido afecto de indígenas y campesinos. Indio, blanco, negro, mestizo. Han sido 25 años recorriendo caminos de Colombia y España en busca de los ingredientes de ese delicioso sancocho que constituye mi identidad.
-Como en la vida, un morral muy liviano y caminar respetando el ritmo de mis pasos. Es lo que aprendí para un caminar feliz...
-Al recorrer los 900 kilómetros del camino de Santiago, mi gran reto fue superar los miedos previos al primer paso: La soledad, La enfermedad, la distancia a recorrer. Hay que atreverse al primer paso...
-La conciencia de la posibilidad de que me puedo morir mañana, me ayuda a gozar intensamente del camino hoy, donde me encuentre.
-Si viajas en autobús verás el paisaje y las personas pasar rápidamente por la ventanilla. Si caminas no tendrás más alternativa que entregarte y hacer amigos. Disfruta los encuentros.
-No hay pretextos para temer. Caminemos tranquilos en el placer del encuentro con nosotros mismos y con los otros.