La organización del Roland Garros, que este martes anunció su aplazamiento hasta otoño por la pandemia del Covid-19 (coronavirus), está siendo centro de furibundas críticas de otros torneos, con el US Open a la cabeza, de los dos circuitos (ATP y WTA) y de los jugadores, además de provocar un rompecabezas en el calendario del tenis mundial.
Decisión unilateral
En el momento de explicar la decisión de aplazar Roland Garros (para el 20 de septiembre al 4 de octubre, en lugar de la fecha prevista, del 24 de mayo al 7 de junio), el presidente de la Federación Francesa de Tenis (FFT) Bernard Giudicelli admitió: “He hablado con los presidentes de la ATP, de la WTA, de la ITF (federación internacional) antes de tomar la decisión; hemos informado a los otros torneos del Grand Slam, pero es verdad que es una decisión que nos pertenece al final, porque somos los únicos responsables de los medios y las acciones que llevamos a cabo”.
El Roland Garros otoñal va a coincidir en fechas con la Laver Cup, un lucrativo torneo de exhibición en el que está muy implicado el suizo Roger Federer, cuya cuarta edición está prevista en Boston del 25 al 27 de septiembre.
“Hemos informado de nuestra decisión a Tony Godsick (patrón del evento y agente de Federer), pero no le hemos consultado”, reconoció Giudicelli.
La muestra que el torneo francés no acordó con nadie el cambio de fechas es que en el periodo elegido, Roland Garros comenzará una semana después de la final masculina del US Open, otro de los Grand Slams de la temporada, que además se juega en superficie diferente (cemento en lugar de tierra), coincidiendo con otros 10 torneos ATP y WTA, además de la Laver Cup.
“La opción que nos parecía completamente impensable era la supresión del Roland Garros del calendario. Hemos buscado la quincena menos dañina para los circuitos”, se defendió el presidente de la FFT.
Provoca rechazo
En un comunicado conjunto publicado este miércoles para anunciar la suspensión de la temporada hasta el 7 de junio, la ATP y la WTA criticaron sin citarlo al torneo parisino: “No es momento de actuar de forma unilateral sino coordinada. Todas las decisiones relativas al impacto del coronavirus demandan una consulta y revisión apropiada entre todas las partes implicadas en el deporte”.
Ambos circuitos se unen así a las críticas de la Federación Estadounidense de Tenis (USTA), organizadora el US Open. “Una decisión así no debería tomarse unilateralmente, y la USTA no lo haría sino tras consultar a los otros torneos del Grand Slam, la ATP, la WTA, la ITF y nuestros patrocinadores, además de la Laver Cup”, explicó la federación norteamericana en Twitter.
La Laver Cup, torneo que se disputa siguiendo el modelo de la Ryder Cup de golf, enfrentándose un equipo europeo, con Federer a la cabeza, contra una selección del resto del mundo, también rechazó la falta de diálogo y anunció que mantiene sus fechas: “Ya está todo vendido”, justificó.
Más allá de su sorpresa, como quedó reflejado en el tuit que publicó la exnúmero uno mundial japonesa Naomi Osaka con el mensaje, en francés “Excusez-moi???”, los jugadores tampoco aceptaron de buen grado la medida, criticando sobre todo una falta de concertación crónica en la dirigencia del tenis mundial.