Un letrero de “Bienvenidos fans” ubicado en el aeropuerto Minneapolis-Saint Paul, recibe a los cientos de aficionados que esta semana llegan masivamente a la “ciudad gemela” del estado de Minnesota para disfrutar de la edición 52 del Super Bowl, que se jugará el próximo 4 de febrero.
Los Patriots de Nueva Inglaterra, campeones de la Conferencia Americana (AFC), intentarán retener el anillo de la National Football League (NFL) ante los dueños de la Conferencia Nacional (NFC), los Eagles de Filadelfia, que regresan al Supertazón para tomar revancha de la derrota que sufrieron -ante el mismo rival- en la edición del 2005.
Los de Foxborough, que jugarán su segundo Super Bowl consecutivo, respiran tranquilos pues podrán contar con el estelar mariscal de campo Tom Brady, quien se encuentra recuperado tras un corte en su mano derecha antes del partido por el título de la AFC.
Los Eagles, por su parte, llegan a su tercer Supertazón en medio de un ambiente hostil, pues en la definición de la NFC derrotaron a los dueños de casa, los Vikings de Minnesota y además, no podrán tener en el gran juego a su estrella, Carson Wentz, que padece una lesión de ligamento cruzado en la rodilla izquierda. En su lugar estará Nick Foles.