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En pleno entrenamiento en la pista de atletismo Alfonso Galvis Duque de Medellín, ciudad en la que se radicó hace nueve meses, un aficionado se le acercó a Jhon Andrés Berrío.
Con voz pausada, un tris de timidez y mostrando delicadeza y respeto tras interrumpir sus trabajos físicos, el hombre le expresó al deportista que, al igual que Cristiano Ronaldo, se empoderara de sus capacidades, mostrara siempre profesionalismo para poder batir récords y mantuviera la humildad más allá de lo exitoso que pueda llegar a ser en lo que practica, siendo cada triunfo el impulso para conseguir otro mejor.
Berrío, con acento costeño, sin arrastrar tanto la “s” al hablar, lo cual es característico en los pobladores de Carepa (Urabá) donde nació, de inmediato, antes de ver marchar a quien le dirigió aquellos consejos, respondió sorprendido y evidenciando educación.
“Siempre he tenido en cuenta que ningún título debe cambiar a una persona. En mi caso, más allá de lo que vengo logrando, sigo siendo el mismo y mis compañeros lo saben. Jamás olvido del lugar donde salí. Vengo de Carepa, un pueblo que tiene mucho qué mostrar, y en mi caso no solo quiero lograr mis metas, también convertirme en ejemplo a seguir para otros jóvenes que sueñan con salir adelante gracias al deporte”.
A sus 19 años de edad, Jhon Andrés ya comienza a ser referente no solo entre sus habitantes, también en el ámbito nacional e internacional debido al talento que desborda en la especialidad atlética que ejerce.
El pasado mes de septiembre, durante el Mundial sub-20 en Nairobi, Kenia, el espigado deportista de 1,84 metros de estatura y 73 kilos, sorprendió con un brinco de 7,97 metros que le sirvió para ganar la medalla de plata en la prueba de salto largo.
Previo a la competencia, Berrío no dejó conciliar el sueño de su entrenadora Regla Sandrino, casi que por tres días. Ella, una cubana de 69 años de edad, mantiene la chispa encendida y se desvive para aportar conocimientos a sus pupilos en la Liga de Atletismo de Antioquia.
“Vía telefónica hablaba con él largas horas en la madrugada. Cuando escuchaba mis instrucciones, me decía: ‘bueno profe, duérmase que se va a enfermar’ (risas). Es un gran chico, si continúa con esa convicción y compromiso llegará lejos”, comentó Sandrino.
Con el registro que Jhon Andrés logró en Kenia estableció récord nacional sub-20 e igualó en ese momento las plusmarcas nacionales de las categorías sub-23 y mayores de Arnovis Dalmero, de Magdalena, quien un mes después, en el Sudamericano sub-23 en Guayaquil, Ecuador, las mejoró en 8,04 metros.
“Berrío es serio, disciplinado, con buena actitud, disposición e incondicional para el trabajo. A diferencia de muchos jóvenes, todo lo que uno le ordena lo cumple al pie de la letra. Con procesos lindos así los frutos se ven”, manifestó Sandrino.
Y saber que en sus años de infancia, el atleta tuvo que ser llevado al sicólogo porque era inquieto y se escapaba del colegio.
“Hasta los compañeros y profesores donde estudiaba se sorprenden con mi cambio. Es que me encantaba el desorden, jugar, hasta me volaba de clases”, comenta Berrío, quien no deja de sonreír mientras se expresa.
Sostiene que fue el deporte el que lo ayudó a canalizar sus energías, y que su madre, Olga Lucía Valoyes, la que lo inspiró a luchar por sus sueños.
“Pienso que la mentalidad fuerte y guerrera la heredé de mi mamá. Es ama de casa, y gracias a su berraquera nunca nos faltó nada. Si sigo así estoy seguro de que podré brindarles a ella y a mis cuatro hermanos un mejor futuro”, indicó Berrío, quien gracias a sus notables resultados de la temporada, el último de ellos este diciembre con la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos Juveniles en Cali, terminó en el podio –segundo- en la categoría Deportista Promesa del Año, en los Premios Altius que organiza el Comité Olímpico Colombiano.
“Ese muchachito será el mejor saltador en la historia de Colombia si continúa en la disciplina hacia el alto rendimiento”, asegura Hernán Atehortúa, presidente de la Liga de Atletismo de Antioquia, sobre Jhon Andrés.
El dirigente sostiene que este saltador posee solvencia para pasar la barrera de los 8 metros por su técnica en la ejecución del salto, por juventud y velocidad, pues corre 10,32 segundos en 100 metros. A la vez, que presenta un gran desarrollo atlético físico y tuvo una gran formación deportiva en Carepa, la cual se viene consolidando en Medellín.
“Si sigo con paso firme y sin lesiones, estoy seguro que podré entregarle más alegrías a mi país”, dijo Berrío, el primer deportista hombre del Urabá antioqueño con una presea mundial. Pero no se conforma, se esfuerza para ser mejor. “Ser campeón mundial y olímpico es mi meta, nada es imposible en la vida desde que se trabaje para ello, y con la ayuda de Dios sé que lo puedo lograr”, agregó Berrío, la nueva sensación del salto largo en Colombia