Desde los 3 años, Michelle Schmid Medina se involucró en el patinaje y aunque pasó por gimnasia, natación, atletismo y voleibol, la pasión y la alegría que le producía patinar la llevó a elegir esta disciplina por encima de las demás.
Lo que arrancó como un deporte de familia, ya que su hermana mayor fue la primera en iniciarse en el patinaje, se convirtió en el día a día para Michelle, quien se dejó seducir por el brillo de los vestidos, el maquillaje y los peinados que le veía a sus compañeras más grandes.
“Nosotras estábamos en la escuela de formación de patinaje, pasamos por las modalidades (carreras, artística, hockey linea y hockey patín) y cuando nos tocó escoger yo me incline más por la que tenía los vestidos bonitos, mi hermana en cambio se quedó en carreras”, recuerda Michelle, quien acaba de ganar la medalla de oro en el Campeonato Panamericano que se disputó en Ecuador.
De esta manera su base de formación y primeros pasos en el patinaje artístico los dio bajo la orientación del técnico Nelson Montoya, y desde hace tres años y medio pasó a hacer parte del grupo de patinadoras que orienta la deportista Astrid Carolina Báez.
“Admiro mucho a Carolina, ella hace las dos modalidades que a mí me gustan: figuras y libre, ha representado a Colombia en el mundo y es muy dedicada en sus entrenamientos, tiene mucho conocimiento y nos transmite eso muy bien, siento que con ella he avanzado bastante y eso me tiene feliz”, sostuvo la juvenil deportista.
Carolina por su parte, exalta en Michelle la dedicación, disciplina, responsabilidad y la manera tan acertada como recibe las sugerencias.
“Con Michelle llevamos un proceso muy bonito de muchos avances, porque empezó con Nelson y luego me pidió que le ayudara para cumplir sus objetivos y mejorar la técnica, fue así como decidimos intensificar los entrenamientos, con jornadas más largas, dos veces al día, durante más o menos cuatro o más horas diarias”, expone Báez.
También resalta que todo esto le ha permitido mejorar mucho la técnica y también en la parte del refuerzo mental, que ha sido vital para sus rutinas mejoren y para que fuera más constante en figuras, comenta Carolina.
La número uno
Actualmente, además de ser la campeona departamental, Michelle es la número uno en Colombia en las figuras juveniles y por eso en Guayaquil logró ratificar ese buen momento que vive.
Sobre lo hecho en Ecuador, Carolina resalta que, aunque compitió solo contra dos rivales, se trató de las argentinas, quienes son las más fuertes de la región y por ello, ganarles fue un logro bastante importante en la carrera de esta nueva joya del patinaje artístico antioqueño.
Para Michelle, lo mejor es que disfrutó la prueba, compitió bien, hizo las cosas como las habían planificado y eso la dejó satisfecha, pues luego de tanto entrenar, de madrugar todos los días a hacer sus repeticiones, valió la pena, y confía que de seguir así más resultados buenos se van a dar.
Esta joven de 16 años, quien cursa el grado décimo en el colegio Alemán, está pendiente de un intercambio que hará en el segundo semestre de este 2o21, y su idea es seguir mejorando en el patinaje artístico, aprovechando otra cultura para incorporar cosas nuevas a su desempeño.
“Ya logré esta medalla tan importante y mi sueño ahora es estar en el Mundial, representando a Colombia, por eso debo seguir entrenando fuerte, ya pude demostrar que estoy en un buen nivel, pero la idea es progresar mucho más, seguro que ahora con el intercambio voy a aprender mucho y eso me tiene muy animada”, confesó.
“Siento que así como pude lograr el objetivo en el Panamericano lo puedo hacer en otras cosas, otro de mis objetivos, es lograr ser campeona del interligas que se va a disputar en julio, por eso estoy entrenando fuerte”, sostiene.
Carolina cree que lo puede lograr, pues avanza en un proceso muy bonito en el cual cada día se supera gracias a que asimila todo de la mejor manera, gracias a la receptividad que tiene con todas las correcciones y sugerencias que le entregan.
Por ahora, Michelle avanza en sus entrenamientos, sin descuidar los estudios y programando lo que serán sus meses de intercambio en Alemania.
La entrenadora por su parte resalta que el amor que Michelle le tiene al patinaje es lo que ha hecho que avance tan pronto y que haga cosas maravillosas en la pista.
“El amor por lo que hace sin eso ninguna de nosotras estaría y daría todo en cada competencia”, concluyó Astrid Carolina