Pese a los resultados que, argumenta, fueron acordes con el proceso iniciado y, al hecho de haberles dado confianza a las tenistas más jóvenes del país, Catalina Castaño dejó de ser la capitana del elenco tricolor.
La sorpresiva determinacion fue tomada por la Federación Colombiana de Tenis, en cabeza del presidente, David Samudio, quien, según Castaño, le comunicó la determinación mediante una llamada telefónica.
A Catalina le pasaron factura por no avanzar al repechaje del Grupo Mundial de la FedCup, en el certamen que tuvo lugar en Rionegro y donde, a pesar de ganar tres confrontaciones, el equipo colombiano se vio obligado a disputar la permanencia para no descender de zona.
“Estuvimos a un set de descender”, recalca el dirigente, del trámite del torneo en el que Colombia venció a Paraguay y Ecuador, en fase de grupos, pero cuya derrota ante México le impidió disputar la final y jugar la permanencia posteriormente ante el elenco de Puerto Rico.
Tras el certamen, en el que se esperaba que Colombia aprovechara la localía para lograr el tiquete al repechaje que no se consigue desde 2008, el entorno del tenis nacional criticó algunas decisiones de Catalina como convocar a María Paulina Pérez, de quien dicen los expertos no está al nivel requerido para la competencia y estuvo en la derrota en dobles ante el combinado mexicano, así como otras decisiones técnicas.
Samudio, además, contrastó la gestión de Castaño con la de Pablo González al frente del equipo masculino y quien logró poner en marcha un plan que le permitió reunir a los jugadores de Copa Davis (Santiago Giraldo, Juan Sebastián Cabal y Robert Farah) y acompañarlos durante varias semanas de la temporada.
“Ese acompañamiento, esa gestión no se logró en el equipo femenino. Solo se convocaba a las jugadoras previa a una confrontación”, señala.
Sin embargo, y como él mismo lo dice: “no tenemos capitán todo el tiempo porque carecemos de los recursos para pagarlo”. Por lo cual la comparación con González y el proceso del equipo masculino no tiene cabida.
De hecho, en declaraciones a W Radio, Catalina Castaño sostuvo que desde el aspecto deportivo, teniendo en cuenta recursos, contexto y las jugadoras con las que cuenta su proceso ha sido bueno. Además a ella se le había planteado un trabajo “proyectado al ciclo olímpico”. Por lo cual debió medírsele una vez concluyeran los Olímpicos de Tokio.
La sensación que queda es que optar por Alejandro Falla como entrenador del equipo femenino para Juegos Panamericanos, por ser el actual entrenador de María Camila Osorio, la mejor tenista colombiana del momento, es la decisión más cómoda para la Federación, teniendo en cuenta que en él tendrán a un técnico que puede estar más tiempo con Osorio y facilitar esas reuniones entre las integrantes del equipo que, por recursos y logística, no logró Catalina Castaño.
El trabajo que realizaba la extenista corta un proceso que tenía el respaldo de la Federación y que dio resultados importantes (ver anexo). Castaño será ahora entrenadora de la paraguaya Lara Escauriza y Falla, del elenco nacional.
