Colombia tiene dos gemelas campeonas mundiales de ultimate

Manuela y Valeria hicieron parte de la Selección que acaba de lograr medalla de bronce en los Juegos Mundiales y del club que ganó el Mundial en EE.UU.

Valeria (izquierda), armadora, y Manuela, quien hace las anotaciones, juegan ultimate desde los 9 años. Tienen 23. FOTO JUAN P. ESTRADA

Jheyner A. Durango Hurtado

11 de agosto de 2022

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Manuela tiene el cabello corto y teñido de amarillo. El de Valeria es negro y largo, hasta la mitad de la espalda.

A la primera, un tris más alta (mide aproximadamente 1,65 metros), le encanta la diversión, la música, el fútbol y es hincha de Atlético Nacional. La segunda es lo contrario, le fascina la tranquilidad, nadar, el voleibol, cocinar y es fanática de Independiente Medellín.

Pero en medio de sus diferencias también tienen semejanzas: el color trigueño de la piel, los ojos cafés, la fina sonrisa, el gusto por los tatuajes, los collares y aretes, y la práctica de un deporte que no solo les abrió puertas, sino que en la actualidad las ubica entre las mejores del mundo.

Ellas son las gemelas Manuela y Valeria Cárdenas Velásquez, figuras a nivel nacional e internacional del ultimate frisbee, disciplina que se juega con un disco volador, que recoge elementos del fútbol, el baloncesto y el rugby, con el cual acaban de lograr con la Selección Colombia la medalla de bronce en los Juegos Mundiales en Birmingham, Alabama, y el título mundial de clubes con Revolution Medellín, en Cincinnati, Ohio, EE. UU.

Es el segundo equipo no estadounidense, en la rama femenina, en lograr esta distinción.

Generan orgullo

Y saber que hace cerca de once años, cuando comenzaron a practicar esta especialidad, muchas veces pasaban la registradora del bus juntas o simplemente se iban caminando desde su casa hasta el lugar de entrenamiento, acompañadas por su madre, para ahorrarse los pasajes.

En la vereda El Manzanillo, del corregimiento de Altavista, las gemelas Cárdenas Velásquez son ejemplo de superación. Por donde pasan son admiradas.

“Lo chistoso es que desde pequeñas, más allá de nuestras diferencias, siempre nos metíamos a lo mismo en los programas que ofrecía el Inder Medellín. En fútbol, Valeria era la arquera y yo la delantera, en baloncesto ella defendía y yo hacía las canastas, hasta jugábamos ajedrez. El deporte es lo que nos ha mantenido unidas”, relata Manuela.

Luego, a finales de 2008, en medio de la curiosidad que les despertó correr a gran velocidad para atrapar el platillo y competir sin tocar al rival, sin árbitros y con el espíritu de juego limpio y honesto, empezaron a jugar ultimate en la cancha de El Manzanillo con el programa de Desarrollo Deportivo del Inder.

Han recogido frutos

Era tanto el talento que desbordaban en esta disciplina, que la entrenadora Carolina Colorado las llevó al club Revolution, con el entrenador Mauricio Moore, que en ese entonces estaba reclutando deportistas de bajos recursos económicos en los barrios para brindarles oportunidades en este deporte.

A partir de allí, la vida de estas hermanas cambió.

“Éramos bastante jóvenes, pero vieron habilidades en nosotras y sobre todo ganas de salir adelante. Nos apoyaron y con disciplina y responsabilidad aprovechamos la oportunidad. Al tener estas medallas lo que se siente es orgullo, y lo que buscamos es que otros jóvenes que vienen desde abajo luchen por lo que desean porque los sueños sí son posibles de lograr desde que se trabaje por ellos”, comenta Valeria.

Pero además de resultados, con el ultimate las hijas de Luis Mario Cárdenas, operario de máquinas en Productos Familia, y Marta Velásquez, que labora desde la casa fileteando pollo, han logrado conocer diferentes países y estudiar becadas.

Valeria cursa tercer semestre de Administración de Empresas en la Universidad de Medellín y Manuela está en el último año de Mercadeo en Eafit. Estudian de manera virtual, pues también, gracias al potencial atlético que poseen, integran un equipo de ultimate en Colorado, EE.UU.

“El deporte ha sido una bendición para nosotras. Recibir respaldo para estudiar es grandioso, sobre todo porque genera alivio para nuestros padres. Queremos seguir inspirando a otras personas, y también luchar por otros resultados, como la medalla de oro en los Juegos Mundiales en China-2025.

Ya hemos dado importantes pasos, ahora se trata de seguir trabajando para ratificar que podemos ser potencia del ultimate”, señala Manuela mientras se dispone a entrenar con el frisbee, el mismo con el que ha tomado vuelo mundial junto a Valeria.