Nada apacigua mejor la ansiedad del hincha mientras transcurren los días antes del partido, que ver cómo brotan buenas sensaciones del equipo en el entrenamiento semanal.
Ricardo Calle y sus dirigidos supieron exprimir al máximo la goleada 4-0 hace una semana ante Bucaramanga, pues a pesar de ser el primer resultado de seis que necesita el equipo, y del poco tiempo de trabajo que ha tenido Calle al frente del plantel, el cuerpo técnico y los jugadores hablan de una armonía colectiva que comenzó a fluir nuevamente.
“El lavado de cebrero del profesor Calle fue importante. El equipo no fluía. Nos costó encontrar el camino; hubo mucha rotación y el grupo no andaba en su nivel”, evaluó Germán Cano acerca del fallido proceso que desencadenó en el interinato de Calle, de quien considera ha hecho una labor correcta hasta ahora, devolviéndole de la confianza a algunos jugadores que estaban distantes de su nivel o de la competencia.
Pero todos esos mensajes que declaran una mejoría de los males que padecía el elenco rojo necesitan convertirse en acciones concretas: en una victoria y un juego convicente ante Jaguares, en el partido que se disputará a partir de las 5 de la tarde en el Atanasio Girardot, y que tendrá seguramente una asistencia importante, pues aún en los peores momento de esta campaña la afición ha bordeado los 20.000 espectadores.
Contar con el aliento de la hinchada será además el espaldarazo necesario para afrontar en condición de visitante el clásico ante Nacional, el próximo miércoles. Un ambiente y un rival que ofrecerán la prueba máxima al conjunto rojo en su trayecto hacia la clasificación a cuadrangulares.
“La hinchada ha sido muy especial con nosotros este semestre. Nos ha acompañado jugando bien o mal, entonces aparte de la gratitud que tenemos por eso, queremos pedirles que sigan con nosotros y nos ayuden a hacernos fuertes ante los rivales”, invocó el máximo artillero poderoso.