¿Comenzar con una dificultad gradual un reto que se asume o arrancar con la presión a tope?
Todo depende de la perspectiva. Lo cierto es que Aldo Bobadilla no tuvo elección, el contexto eligió por él y hoy debutará ante Caldas en el banquillo del Medellín con la obligación de un buen resultado para clasificar a la semifinal de Copa Águila.
De otra forma el cuadro rojo sufrirá otro golpe que puede comprometer aún más el futuro deportivo y hasta administrativo del club, porque hay que recordar que el título de Copa otorga cupo a Copa Libertadores, lo cual sería una buena inyección económica para la institución.
Ayer el entrenador paraguayo se reunió con los referentes del plantel: David González, Germán Cano, Adrián Arregui, Didier Moreno y Andrés Cadavid. Y aunque el paraguayo sostuvo que se trató de un encuentro más para conocer pormenores físicos de cada uno, seguramente dejaron claros entre todos ellos alguna hoja de ruta para ayudar a enderezar el camino rojo. Bobadilla, quien fungió de líder grupal cuando fue futbolista, sabe de la importancia que tienen los referentes, sobre todo en momentos de apremio emocional.
Y como no hay tiempo para que el equipo tenga cambios significativos desde lo futbolístico en apenas dos días de trabajo, lo fundamental, por ahora, es encontrar alicientes emocionales.
Con el paso de los partidos Bobadilla asegura que la desencantada hinchada roja verá un equipo “diferente en el orden, que va a tener equilibrio en todas las líneas y apuntar siempre al arco rival. En un mes veríamos una identidad propia del equipo de Aldo Bobadilla”, sostuvo.
La serie ante los manizalitas marcha 2-3 a favor del elenco antioqueño gracias al triunfo hace dos semanas en el Palogrande con goles de Yesid Díaz, Arregui y Cano.