Rayo Vallecano es un club particular. Desde su concepción, el cuadro del sureste de Madrid siempre ha ido contra la corriente. En un país monárquico, conservador y elitista como la España de los años 20 del siglo pasado, “El Matagigantes” nació como un signo de identidad de la clase obrera, de los trabajadores que habitaban en el sector del Puente de Vallecas, entonces zona “marginal” de la capital española que fue bombardeada por Franco durante la Guerra Civil.
Desde que se fundó el 29 de mayo de 1924, el Rayo se ha mantenido fiel a su filosofía: no solo importa el fútbol, los resultados, el negocio. En la institución hay asuntos de fondo que preocupan más a sus aficionados: la lucha social, la consciencia de clase. Eso ha llevado a que siempre el cuadro vallecano y sus hinchas hayan sido relacionados con la izquierda política, por la que suelen votar en bloque durante las elecciones de Madrid.
También ha llevado a que su hinchada sea especial, exigente. Cuando los hinchas del Rayo no están de acuerdo con las decisiones que toma el empresario español Raúl Martín Presa, presidente y máximo accionista del club desde 2011, suelen protestar de manera airada.
En 2017, cuando el dirigente quiso fichar al ucraniano Román Zozulya, quien dijo de manera abierta que tenía afinidad con el nazismo, los hinchas colgaron pancartas que decían: “Vallecas no es lugar para Nazis. Presa, para ti tampoco. Vete ya!”.
Por eso, en al Rayo no llega cualquier jugador. En el nuevo equipo de James Rodríguez no solo importa lo que el futbolista pueda aportar en la cancha, sino cómo vive, como piensa, lo que es más allá del terreno de juego. El volante colombiano, de 33 años, será el quinto criollo que vive eso en carne propia, que viste la camiseta del cuadro vallecano.
Antes de que Rodríguez llegara al Rayo Vallecano, cuatro colombianos pasaron por ese club. El más reciente y recordado es el delantero samario Radamel Falcao García, hoy en Millonarios.
El atacante criollo, máximo goleador de la historia de la Selección Colombia con 36 anotaciones, jugó tres temporadas (entre 2021 y 2024) con la camiseta del cuadro madrileño, amigo desde su creación del Atlético (donde El Tigre brilló), y poco cercano con el Real Madrid. Con el Rayo, Falcao disputó un total de 71 partidos. En ellos anotó nueve goles.
Al Tigre lo antecedieron en el cuadro madrileño los laterales por izquierda Brayan Angulo, Johan Mojica y el arquero Luis Alberto García Pachecho.
Angulo fue el primero. El futbolista nacido en Cali, pero nacionalizado español, vistió la camiseta del Rayo entre el 2010 y el 2011. Sin embargo, no tuvo mucha continuidad (solo disputó 4 partidos), por lo que salió en el mercado siguiente hacia el Atlético Baleares.
Un par de temporadas después, llegó al equipo del Puente de Vallecas Johan Mojica, hoy titular con la Selección Colombia en la banda izquierda. El caleño aterrizó en la capital española en 2013, proveniente del Deportivo Cali. En su primer paso por el equipo, que duró hasta 2014, jugó 15 encuentros.
Luego se fue dos temporadas al Real Valladolid y en 2016 regresó al equipo de Vallecas, que jugaba en segunda división (esa temporada consiguió el ascenso a primera). Entre tanto, el joven arquero barranquillero Luis Alberto García Pacheco (26 años), quien llegó a España cuando era niño, cierra la lista.
“Lucho”, como es conocido en el balompié español, se formó en las divisiones menores del Rayo Vallecano. En ellas, el hoy arquero del Algeciras CF, estuvo entre 2012 y 2016. El guardameta criollo debutó como profesional en 2015 con el Rayo Vallecano B, con el que tuvo 40 apariciones.
En 2018, el joven atlanticense pasó al Sevilla B, de la segunda división del fútbol español. En 2020 llegó al Deportivo de La Coruña. Luego vistió las camisetas del Ponferradina, Rayo Majadahonda y llegó al Algeciras.
Ahora James Rodríguez, uno de los mejores futbolistas colombianos de la historia, será el encargado de poner el alto el nombre de nuestro país ante una de las hinchadas más exigentes de España y en un club que, desde su concepción, ha ido contracorriente. Su contratación, con 33 años y a pesar de su salario alto, fue la muestra más reciente de eso.