Al entrenador antioqueño Hernán Darío Gómez “no le sale ni una” en el banquillo del Junior de Barranquilla, pese a que este miércoles el cuadro del Atlántico volvió a reencontrarse con la victoria ante Cúcuta Deportivo (2-1) por los octavos de Copa BetPlay, quedó eliminado por la vía del penal y agudizó la crisis futbolística.
Tras la victoria de los Motilones 4-3 en el duelo de ida jugado en el General Santander, la paridad en el global (5-5) obligó a los cobros desde los 12 pasos, instancia en la que los rojinegros fueron más contundentes (3-4). Vladimir Hernández y Pablo Rojas dilapidaron sus cobros y eso sentenció la despedida de los barranquilleros del certamen.
Ante esta situación, al Bolillo le tocó dar la cara en rueda de prensa. El antioqueño reconoció que el ambiente con la hinchada está muy tenso, pues pese a despedirse del torneo, se cortó una racha de 5 partidos sin ganar: “El ambiente se ve difícil porque no ganamos. Nos elimina un equipo de la B, entonces más malo el ambiente todavía”.
Aunque esta rueda de prensa estuvo más calmada que las anteriores varios periodistas aprovecharon para consultarle sobre su futuro. “El equipo va a mejorar, yo sé que va a mejorar. Esperemos que se calmen las aguas y el equipo va a mejorar”, respondió el estratega con optimismo.
El estratega a principio de semestre enfatizó que al equipo “le iba a costar mucho al principio porque había muchas caras nuevas”, además de la consolidación de un proceso a mediano plazo y aprovechó para señalar que ha encaminado todos los esfuerzos con miras en el 2024, año en el que aspira a tener un equipo muy fuerte.
Sin embargo, fue contundente en admitir “para entrar al octogonal estamos cogidos de la noche”.
El próximo juego del Tiburón será este sábado (8:20 p.m.) ante La Equidad, por la fecha 6 de Liga-2, en la que esperan sumar su primera victoria de este segundo semestre.
