Después de los festejos, de la euforia, de los bailes en el camerino en compañía del reguetonero Ryan Castro y contagiados con una canción suya que es pegajosa y que se volvió himno durante la Copa América, un grupo de jugadores de la Selección Colombia, liderado por Miguel Ángel Borja, improvisó una “iglesia” en el hotel donde se encontraba hospedado el elenco tricolor en Charlotte, Estados Unidos.
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¿Cuál fue el motivo? Agradecer a Dios, en un ambiente más tranquilo, la clasificación del equipo criollo a la final del certamen continental después de 23 años.
Tras el final de la semifinal ante Uruguay en el Bank of America Stadium, donde Colombia venció 1-0 con anotación de Jéfferson Lerma, a varios deportistas del combinado patrio se les vio agradeciendo, orando y coreando el nombre de Jesús al lado del compositor, músico y productor discográfico colombiano de música cristiana evangélica Álex Campo.
En ese espacio, mostrando su devoción, religiosidad, fe y gratitud, estuvieron, acompañados de sus seres queridos, futbolistas como Borja, Yerry Mina, Mateus Uribe y Luis Sinisterra.
Hasta el momento, Colombia, con un grupo lleno de talento, en el que se percibe alegría y unión, cumple una destacada actuación en la Copa, tanto que ilusiona en grande con el segundo título del país en esta competencia, tras el conseguido en 2001 en Bogotá ante México (1-0). Argentina, actual campeón de dicha competición, será su rival este domingo en Miami (7:00 p.m.).
“Hemos venido trabajando y creo que dentro de todo lo hemos merecido, siento total orgullo por cada compañero, lo hemos hecho genial, hemos entrado al campo con la mentalidad ganadora y eso nos ha llevado muy lejos, esto es un sueño hecho realidad que lo tuvimos trazado. Esto nos llena de mucho orgullo, nos toca disfrutar este momento que muy poco se ve en el fútbol y ahora trataremos de descansar para lo que se viene”, señaló Luis Díaz.