El delantero brasileño Bruno Henrique, una de las grandes figuras del Flamengo, fue sancionado este jueves con 12 partidos de suspensión por la justicia deportiva de su país, tras ser acusado de forzar una tarjeta amarilla para beneficiar a familiares en apuestas en línea.
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Bruno Henrique, de 34 años, aún enfrenta un juicio penal por cargos de fraude deportivo, proceso que lo podría llevar a cumplir penas de dos hasta seis años de prisión, en caso de ser hallado culpable.
El Tribunal Superior de Justicia Deportiva sancionó al delantero con 12 encuentros de suspensión y una multa de 60.000 reales, equivalentes a unos 11.000 dólares, por “violación de ética deportiva”, según la decisión anunciada por el presidente de una de las cámaras de la institución, Marcelo Rocha.
La suspensión es apelable, por lo que no entraría en vigencia de inmediato. Bruno Henrique ha ganado con el Flamengo, entre otros títulos, dos trofeos de la Copa Libertadores, una Recopa Sudamericana y dos ligas brasileñas.
Un comportamiento “violento”
En su intervención por videoconferencia este jueves ante el tribunal, el atacante se declaró inocente. “Me gustaría reafirmar mi inocencia (...). Jamás cometí las infracciones de las cuales estoy siendo acusado”, expresó en una breve declaración.
El club de Río de Janeiro le expresó apoyo. “Siempre contigo, BH”, publicó el equipo en la red social X. El jugador afrontaba en la justicia deportiva una pena máxima de dos años de suspensión y multa de 200.000 reales (unos 36.000 dólares).
Es acusado de forzar una tarjeta durante el segundo tiempo de un partido del campeonato local en 2023, en una acción que habría sido coordinada con apostadores de su entorno familiar.
El caso se centra en un juego que el Flamengo perdió 2-1 contra Santos, disputado en Brasilia en noviembre de 2023. Bruno Henrique recibió una tarjeta amarilla por una falta y vio después una segunda amonestación por ofender al árbitro, por lo que fue expulsado.
Hay “pruebas que fueron exhaustivamente presentadas aquí”, alegó el procurador Caio Porto Ferreira. “Tuvo un comportamiento diferente en la segunda parte, un comportamiento cada vez más violento”, agregó al presentar los argumentos de la acusación.
Todo con el fin de obtener una “ventaja financiera”
La policía obtuvo mensajes comprometedores en el celular del hermano del jugador, Wander Nunes, juzgado igualmente por el caso.
Según el juez, la investigación policial encontró que Bruno Henrique “habría actuado de forma intencional para ser castigado con la tarjeta” y su hermano lo habría incentivado para “obtener una ventaja financiera”.
El hermano, la cuñada y una prima del delantero habrían creado cuentas en casas de apuestas virtuales el día antes del partido y habrían apostado por una amonestación suya. En el proceso penal que sigue en paralelo, Bruno Henrique pasó a juicio a finales de julio, un mes después de haber sido imputado.
Un recurso que buscaba detener el juicio, presentado por la defensa del jugador ante el Tribunal Superior de Justicia de Brasilia, fue retirado la semana pasada, confirmó la AFP.
Las sospechas sobre partidos amañados han sacudido al fútbol brasileño, con investigaciones que apuntan a clubes grandes de la liga más poderosa de Sudamérica. El Congreso creó una comisión especial para indagar sobre el tema.
En 2023, la justicia deportiva vetó de por vida a los jugadores Gabriel Tota (ex Juventude), y Matheus Phillipe (ex Sergipe, cuarta división) en un caso que también llevó a la suspensión por 12 encuentros del central Eduardo Bauermann (entonces en el Santos y actualmente en Pachuca de México).
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