El técnico colombiano Hernán Darío “Bolillo” Gómez salió al paso de las críticas que recibió de algunos salvadoreños tras abrazar a jugadores panameños después del partido en el que El Salvador perdió y Panamá aseguró su clasificación al Mundial.
Al ser cuestionado por un periodista sobre este gesto, Bolillo explicó que se trató de una muestra de afecto hacia personas con las que ha compartido una historia significativa en el fútbol.
“Con unas personas que yo hice historia, como lo he hecho en Ecuador, que yo voy a Ecuador y es la misma forma que me trata, la amistad que tengo con los jugadores, el cariño que ellos tienen por mí... Alberto Quintero, yo iba para el camerino cuando terminó el partido, cogió, me paró y me abrazó. ¿Qué querías que hiciera? ¿Que lo rechazara? Si han sido hombres que yo crié, hombres que vivieron conmigo una historia linda”, expresó el técnico.
Bolillo añadió que sus gestos de afecto no significan falta de respeto hacia El Salvador, país al que guarda un especial cariño y al que considera su segunda casa.
“Hombre, vos eres una persona buena, ¿sí me entendés? Si usted oye las entrevistas mías, lo que hablo de El Salvador, que he dicho siempre de El Salvador, que estoy feliz, es el país donde más me he demorado para ir a Colombia, no he pedido un permiso para ir a Colombia, país que yo quiero, la gente como me trata, el respeto, el cariño. Y yo me encuentro con jugadores de Guatemala, cuando dirigía en Guatemala, en lo mismo, porque en Guatemala fueron a saludarme y abrazarme los jugadores que yo dirigía. Y me reía con ellos, me abrazaban. Voy a Ecuador, voy a Colombia, a todas partes, porque tengo una buena relación con la gente”.
El experimentado entrenador, que acumula más de 50 años en el fútbol, aseguró que su intención siempre ha sido la de mostrar respeto y afecto, y que su gesto no merecía las críticas recibidas.
“No es que sea un irrespetuoso, porque el amor que yo le he cogido a El Salvador, aquí tengo familia, tengo ya gente, yo estoy feliz acá. Tengo más de 50 años en el fútbol, y es la primera vez que siento esa crítica. No me parece justo porque... ¿Qué le digo ya a Quintero? No, no me abraces, ¿qué le digo? Si alguien se siente ofendido, yo pido excusas. Es cariño, es respeto, es historia”.
Con estas declaraciones, Bolillo Gómez reafirma su vínculo afectivo con los jugadores y el fútbol centroamericano, dejando claro que sus gestos se basan en el respeto y la amistad construida a lo largo de décadas, y no en un desdén hacia El Salvador.