Por méritos, la presencia de Franco Armani en el Mundial de Rusia con los colores de Argentina tenía pocas objeciones desde hacía un par de años.
Sin embargo, para alcanzar su sueño tuvo que salir de Nacional y desembarcar en el fútbol argentino y forzar una cruzada desde los medios y el mundillo del balompié gaucho para que el cuerpo técnico de la Albiceleste se fijara en él como uno de los tres posibles guardianes del arco en el Mundial.
Ayer, cuando su nombre fue publicado en la misma lista en la que figuraba el nombre de Lionel Messi, Armani concretó así un objetivo por el cual trabajó y empezó a hacer posible desde 2013.
Seis meses le bastaron en River Plate para ganarse el respeto y admiración de un entorno complejo.
“Franco está teniendo un gran nivel en River. Se habló muy bien de él en Colombia, donde es muy querido, y ahora está demostrando todo eso en Argentina”, expresó Sergio Romero, arquero titular en el pasado Mundial.
La convocatoria de José Pekerman excluyó por primera vez desde que Colombia asiste a jugadores de Nacional. Sin embargo, estará representado por un hombre de las entrañas del club, que se formó y se hizo allí. Que llegó con poco hace ocho años y ahora abarca el Mundial entre sus manos.
