Luego de la clasificación del París Saint-Germain y Chelsea a las semifinales de la Liga de Campeones, al dejar en el camino al Bayern de Múnich y Porto de los colombianos Luis Díaz y Mateus Uribe, respectivamente, este miércoles (2:00 p.m.) el Real Madrid deberá superar el duro examen de Anfield para acceder, tres años después, a esta instancia.
Un reto que encara con dos goles de ventaja tras el 3-1 de la ida, pero al límite en su físico y plagado de bajas importantes que provocan que Zinedine Zidane presente una defensa de circunstancias.
La ilusión madridista de dar un paso firme hacia el decimocuarto título del certamen, con un rival del perfil del Chelsea en el horizonte de semifinales y una final soñada, pasa por el mítico Anfield.
El gran especialista de la Champions, que solo perdió una eliminatoria y fue el único que conquistó tres ediciones consecutivas, advirtió que el físico de sus jugadores ha llegado al límite y que las bajas, que alcanzan las 50 este curso, atacan al Real Madrid en un momento decisivo.
A la cita acude teniendo que inventar soluciones en la defensa. Sin sus centrales titulares, Sergio Ramos y Raphael Varane con coronavirus, sin su lateral derecho Dani Carvajal, ni el improvisado sustituto que se convirtió en imprescindible, Lucas Vázquez.
Con Eden Hazard sin prisa por volver. Le faltarán referentes a Zidane sobre el campo pero nunca la entrega de sus jugadores. Una vez más los unió a todos en el esfuerzo y encontró el apoyo de los menos habituales para sostener el clásico y ganar opciones en la defensa de la corona liguera.
Y tendrá que apostar por ellos. Con el brasileño Militao pasando de la grada a jugar tres partidos consecutivos decisivos. La opción de tener que dar entrada a Marcelo en la banda izquierda y pasar a Ferland Mendy a la derecha o alinear a Álvaro Odriozola, falto de ritmo en el clásico.
Zidane entendió que el duelo del Alfredo di Stéfano, bautizado como “un campo de entrenamiento” por Jürgen Klopp en palabras que dolieron a la entidad madridista, era el momento de ir por el Liverpool. Su plan salió a la perfección en la noche soñada de Vinicius, el día que firmó su primer doblete, con un tridente que provocó la peor de las caras del Liverpool.
Todo apunta a que las circunstancias provocarán una imagen más cercana a la mostrada ante el Barcelona con la inclusión de Fede Valverde como centrocampista, la búsqueda del contragolpe con la velocidad de 'Vini' como principal arma y la inspiración goleadora de Karim Benzema.