El astro brasileño Neymar, que hoy debe reincorporarse a los entrenamientos del Barcelona, llegó ayer a la ciudad catalana evitando pronunciarse sobre su futuro en medio de fuertes especulaciones sobre una posible marcha al París Saint-Germain.
El club parisino está presumiblemente dispuesto a pagar los 222 millones de euros (262 millones de dólares) de cláusula para rescindir su contrato, convirtiéndolo de largo en el traspaso más caro de la historia del fútbol.
Aunque durante el día se especuló con que iba camino de Catar, Francia o incluso Brasil, Neymar finalmente aterrizó en Barcelona procedente de Dubái (Emiratos Árabes), donde había hecho escala tras unos actos publicitarios en China.
El astro, que ha guardado silencio todos estos días sobre su futuro, consiguió esquivar por alguna salida escondida a las decenas de periodistas y algunos aficionados, incluso uno con la camiseta del PSG, que lo esperaban en la terminal. En un vídeo de un pasajero, obtenido por la televisión catalana TV3, se ve a Neymar en la zona de entrega de equipajes, con unos audífonos y evitando responder a las preguntas de algunos aficionados sobre si se quedaba o se iba del Barça.
En teoría, el club azulgrana espera al futbolista brasileño en la sesión de entrenamiento de hoy, aunque la prensa deportiva española duda que aparezca.
Ante las sospechas de una posible salida del jugador, el Barcelona bloqueó el pago de una prima de 26 millones de euros que debía entregarle ahora a Neymar por renovar hace un año su contrato hasta junio de 2021, informó una fuente del clu.b
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