El dorsal 10 que vistió Diego Maradona en el Napoli, entre 1984 y 1991, se convirtió en objeto de adoración por parte de la afición napolitana, al punto que en el 2000 las directivas del equipo, con el que Maradona tocó la cima deportiva, decidieron retirar el número para que nadie más lo usara, mientras en las calles de la ciudad, cada año, ese número 10 y el rostro de Maradona siguen replicándose en murales y hasta altares como signo de la adoración que sienten por el argentino.
Según el diario AS, un sondeo realizado a la afición napolitana muestra que un sector, el más joven, que nació posterior a la presencia de Diego en el equipo, estaría de acuerdo con que James porte el emblemático número, una vez se concrete la operación entre Napoli y Madrid, que aún tiene cifras por ajustar.
Como era de esperarse, la afición más tradicional, conformada por quienes vieron a Maradona convertir al modesto equipo del sur de Italia en un temido rival para los hegemónicos clubes del país, como Juventus, Inter y Milan, desaprueban que James, o cualquier otro jugador, pueda portar dicho dorsal. Y eso que el fichaje del colombiano cuenta con la bendición de Maradona. Así declaró su hijo, Diego Júnior, al canal Calcio Napoli 24, “está feliz que James llegue al equipo, porque lo considera un gran jugador”, aseguró.
Si la directiva accede sería un gran movimiento de mercadeo, pues las cifras de Rodríguez en venta de camisetas están al nivel de las grandes estrellas. En Madrid, tras dos semanas de su llegada al Real, se vendieron 500.000 camisetas con su nombre. Y en julio de 2017, una vez se confirmó como nuevo jugador del Bayern, las prendas con su número se agotaron en una semana en las tiendas oficiales del equipo en Múnich.
Pero también implicaría una responsabilidad que podría jugar en contra del 10 de la Selección Colombia. Todo dependerá del rendimiento que muestre el jugador si se concreta la operación.