Aunque algunos se habían manifestado de manera individual en relación con la situación social que vive Colombia, ahora lo hicieron como gremio y con una posición que, para muchos aficionados, había tardado.
“Como ciudadanos, antes que futbolistas, queremos manifestar nuestro total apoyo al clamor expresado por el pueblo colombiano en su protesta y nos unimos a esas voces que piden un país más justo, equitativo e inclusivo, en el que se nos garantice a todos, sin distinción, las condiciones mínimas para vivir con dignidad”, expresaron el jueves en un comunicado tras la reunión virtual de los capitanes convocados por la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales, Acolfutpro.
En el mismo le pidieron al Gobierno buscar alternativas de diálogo para llegar a acuerdos que permitan construir “una mejor sociedad” y le solicitaron a la Federación y a la Dimayor, entidades que regulan el balompié nacional, no programar partidos de los torneos locales hasta que las protestas y los enfrentamientos en las principales ciudades cesen y haya acercamientos.
Sin embargo, la Dimayor hizo caso omiso de la petición y programó para este sábado, a las 3:30 p.m. en el estadio del Polideportivo Sur de Envigado, el encuentro aplazado de los cuartos de final de la Liga Betplay entre Deportivo Cali y Deportes Tolima.
La respuesta de los integrantes de ambos equipos fue inmediata y en otra misiva anunciaron su negativa a jugar: “Entendemos la necesidad de dar cumplimiento a los calendarios establecidos, pero en las condiciones actuales es imposible y nos pone en riesgo no solo a nosotros los futbolistas, sino a todas aquellas personas que dependen de nuestra actividad”.
Así las cosas, tomaron la decisión de solicitarle formalmente a la Dimayor el aplazamiento del partido. En caso de que no tuvieran en cuenta la petición, no se presentarían a jugar.
La entidad tuvo que acceder y expresó que el encuentro queda pendiente, al igual que Atlético-Quindío, de la B.