La joven Mariana Paz Ruiz estaba feliz. Tenía el rostro iluminado por la sonrisa de quien está cumpliendo un sueño. Por eso, ni el calor picante que hizo en la mañana del jueves sobre la cancha Marte 1, amainó su alborozo.
Ella, que a sus 13 años jugará en el campeonato de baloncesto del Festival de Festivales defendiendo los colores del Inder Medellín, era una de los 48 niños –entre hombres y mujeres– que representaron las 24 disciplinas deportivas que tendrá el evento en la entrega de uniformes que se realizó este jueves 4 de enero.
La disciplina la llevó hasta aquí
Para Mariana es difícil pasar desapercibida. Además de que es amable y habla con la seguridad de un ministro, tiene una presencia imponente. Es morena y alta. Mide 1,84 metros. Su biotipo hace que quien la ve piense que es gigante para la edad que tiene. La naturaleza la benefició y, debido a su estatura, hace un año y medio empezó a jugar baloncesto.
Ella tomó la decisión. Un día cualquiera se presentó a los entrenamientos de las escuelas populares del Inder en Manrique Oriental, donde vive. Fue paso a paso. Primero logró ponerse a tono físicamente para aguantar la exigencia de los partidos, donde el cuerpo lo mismo que se activa con una velocidad trepidante, vuelve al reposo en pocos segundos, cuando el balón ya ha entrado a la canasta o ha salido.
Después pulió la técnica. Entendió las reglas del juego. Asumió el rol ofensivo y defensivo de la posición de poste o pivote (casi siempre la cumple el más alto del equipo) que es quien juega más cerca de la canasta, ya sea para encestar o para evitar que lo hagan.
En eso andaba cuando la vio jugar el entrenador Javier Mosquera. Le gustó como se movía en la cancha y la llamó para formar parte del equipo que representa a la ciudad. Paz, además, es disciplinada. Entrena en el coliseo Iván de Bedout y también en la cancha de baloncesto de la UVA Sin Fronteras, en el sector de Tricentenario, en Castilla.
También, en su tiempo libre, sale a entrenar con su hermano que juega fútbol y que, como ella, tiene una buena talla –mide cerca de 1,90 metros–. Van a una cancha del barrio en el que viven que está cerca de su casa.
El lugar de los sueños
“Me siento muy feliz de estar acá. Es mi primera vez en el Festival. Estuve emocionada. Al principio tuve un poco de nervios cuando nos iban a entregar los uniformes, pero eso se le quita a uno. Estoy contenta, orgullosa de que Dios me pudo dar el talento y la estatura para jugar este deporte”, aseguró Mariana, ya con su camiseta verde puesta, mientras estaba sentada en una de las sillas que la organización puso al lado de la tarima para ubicar a los deportistas.
Eran las once de la mañana. Ya las parejas de representantes de actividades subacuáticas, ajedrez, atletismo, baloncesto, bádminton, béisbol, bicicrós, bolos, esgrima, fútbol, fútbol sala, fútbol de salón, judo, natación, porrismo, ciclismo, patinaje, tejo, tiro con arco, tenis de mesa, tenis de campo, voleibol, voleiplaya y taekwondo habían recibido, en ese orden, la indumentaria con la que a partir de este sábado competirán.
Igualmente ya habían escuchado los discursos que dieron Luis Fernando Begué, exjugador de voleibol y ahora director de Indeportes Antioquia, y Eduardo Silva Meluk, expresidente del DIM y nuevo director del Inder, quienes fueron enfáticos en motivar a los deportistas para que disfruten del sueño que van a vivir durante las próximas semanas y dejaron un mensaje de que, durante sus gestiones, harán lo posible por fortalecer este tipo de espacios.
Hubo vítores de los padres de familia y de los representantes de algunas de las delegaciones que visitarán la ciudad durante el evento, que no solo vienen de diferentes zonas de Colombia, sino de 6 países.
El evento terminó. Los atletas se fueron a descansar. El sol siguió ardiendo con fuerza sobre la Unidad Deportiva Atanasio Girardot. El rayo que emanaba era casi tan fuerte como la pasión desbordada de los cerca de 8.000 niños que cumplirán, entre el 6 y el 20 de enero, el sueño de venir a Medellín a participar en el Festival de Festivales.
Palabras de Iván Ramiro córdoba
“Muchas veces pasé por esta cancha. En ella alimenté la ilusión de ser profesional. Ahora estos niños tienen la posibilidad de poderse ilusionar y la oportunidad tan linda de estar en un evento deportivo como este, que para mí fue escasa porque jugaba en Rionegro. Este ha sido el torneo de jóvenes donde todos quieren participar a nivel nacional. Me alegra mucho ver la cantidad de deportes que habrá este año (24, de los cuales 5 debutan). A los padres les digo que me parece fundamental el apoyo que le brindan a los jóvenes y los invito a que los dejen divertirse, ser ellos mismos. A los niños los invito a que disfruten de la ilusión por el deporte”.
