Doscientos dólares le había ofrecido Tyson Cave, un veterano peleador canadiense de 33 años, al colombiano Óscar Eduardo Escandón por cada golpe que este le pudiera conectar en el combate que sostendrían.
El ofrecimiento lo hizo durante la presentación de la pelea entre ambos previsto para Temecula, California, doblando, incluso, su oferta inicial lanzada semanas atrás, desconociendo la capacidad del colombiano.
Sin embargo, su bravucona le salió más costosa de lo pensado, porque el pequeño tolimense se fajó el combate de su vida y le ganó el duelo en el ring y la corona de campeón mundial supergallo -interino- de la Asociación Mundial de Boxeo -AMB-.
“Estoy listo para la pelea, ahora le ofrezco 200 dólares si me pega”, frase de Cave que aún retumba en la mente de Escandón, quien se limitó a hacer su trabajo y ganar el cetro por decisión dividida 117-111, 113-115, 115-113. Los golpes del tolimense, primero en la historia del boxeo colombiano en coronarse campeón, fueron más efectivos. “Fue una pelea brava, muy pareja, pero creo que marqué más puntos certeros”, explicó Escandón, quien mandó al tapiz a su oponente en el sexto round.
El boxeador, oriundo de Ibagué, tiene 30 años y quedó con un récord de 24 victorias y una derrota. Antes de lograr este cetro de las 122 libras había tenido otra oportunidad profesional, perdida, el año pasado, por el mismo fajín. Y en el campo amateur había participado en los Juegos Olímpicos de 2004. Hoy celebra su título y que Cove, su rival, le esté debiendo 200 dólares por cada golpe que le plantó en su humanidad .
