Cuando se le pregunta a Fernando Gaviria si seguirá en el equipo Quick-Step la próxima temporada, el colombiano prefiere mantenerse en reserva.
“Eso es un tema que lo tienen que hablar es con las directivas del equipo, no me corresponde tocarlo a mí”.
En días recientes, el diario italiano Gazzeta dello Sport publicó que el colombiano, considerado uno de los mejores velocistas del mundo, abandonaría la escuadra belga debido al momento crítico que estaba atravesando en materia de presupuesto. Sin embargo, el nuevo patrocinador que halló este elenco, la empresa Deceuninck, productora de sistemas PVC, frenaría el traspaso del corredor al UAE Team de los Emiratos Árabes, interesado en sus servicios.
“El problema de seguir allí no es mío, es un problema de negocios o algo interno, pero como no lo tengo con claridad no puedo hablar de esto”.
Dueño de 34 victorias desde que arribó al elenco en 2015, 9 de ellas este año, Gaviria manifiesta que en el conjunto que represente dará lo mejor de sí, más allá de que esté latente la posibilidad de salir del escuadrón más ganador de la temporada -73 triunfos-, en el que tiene contrato hasta 2019 y en el cual están los mejores embaladores, entre ellos su compatriota Álvaro Hodeg.
“Todos los equipos son buenos. En comparación con el fútbol, el Quick-Step puede ser como el Real Madrid y los otros elencos como el París Saint-Germain, entonces es difícil tomar decisiones estando en ese nivel, pero el mejor equipo es en el que te respeten, en el que te vean como un líder. A cualquiera que llegue, o si me quedo en este, hay que seguir siendo un líder y mostrar la fuerza que hasta ahora he demostrado”.
En días recientes, Hodeg indicó que en el Quick-Step, pese a las estrellas que lo representan, no hay egoísmos ni envidias. “Y es cierto, cada etapa o carrera que gano es gracias a ellos. Al final a mí me toca hacer el trabajo fácil, que es responder en los últimos 200 metros”.
El antioqueño, de 24 años, confiesa que se fue decepcionado del Tour de Francia, más allá de ganar dos etapas y vestir la camisa de líder por un día. “Es que quería terminarlo, ganar más. Creo que tanto el estrés de prepararnos y cuidarnos bien con la comida fue el causante de que llegáramos en buena forma pero al límite del organismo, por lo que cada día íbamos más cansados. Fue así y aprendimos algo nuevo para el siguiente año”.
Varias caídas tuvo Gaviria, las cuales lo sacaron de carrera por varios meses, la última en el Tour de Turquía hace 14 días, en la que sufrió fractura de clavícula, por fortuna no tendrá que pasar por el quirófano. “Claro que se cometen errores, muchas veces porque no queremos ocasionar una caída, pero el que termina en el suelo soy yo. Estoy trabajando en ello, en estar mucho más concentrado”.
Y reafirma: “Mis objetivos siguen siendo los mismos: triunfar en una clásica -carrera de un día- y continuar buscando más etapas” .